SANTÍSIMA TRINIDAD
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Himno
de Laudes
El misterio que hoy se nos revela
sea luz que ilumine la mente
por entender la fe que anuncia
al pueblo creyente.
Es el Hijo quien nos habla del Padre,
es el Padre quien envía al Hijo,
al Espíritu, Padre y Hijo nos lo dan
como don gratuito.
Introducción
Recordando nuestro bautismo,
celebramos hoy, hermanos, la fiesta de la Trinidad.
Nuestros padres nos llevaron a la Iglesia para ser bautizados, el sacerdote,
cumpliendo un precepto de Jesucristo, nos bautizó en nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo.
Cuando hablamos de la Trinidad
decimos que es un misterio, palabra griega que significa en general cosa oculta,
escondida, y cuando hablamos de la Trinidad queremos significar que en Dios hay
tres personas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que no son tres dioses,
sino un solo Dios por tener la misma naturaleza divina.
El misterio de la Trinidad es el
misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí
mismo. Por lo tanto, es la fuente de todos los otros misterios de la fe, la luz
que los ilumina. Es la enseñanza más fundamental y esencial en la jerarquía
de las verdades de la fe. Toda la historia de la salvación no es sino la
historia del camino y de los medios con que el Dios verdadero y único, Padre,
Hijo y Espíritu Santo, se revela , se reconcilia, y se une a los hombres que se
apartan del pecado (C.I. C. 234).
El prefacio de la misa de la Trinidad
nos da el sentido de esta festividad. A vos
con vuestro Unigénito
y el Espíritu Santo sois un solo Dios, un solo Señor, no una sola persona,
sino tres en una sola naturaleza.
Dios
todopoderoso y eterno.
Que
con tu único Hijo y el espíritu Santo eres un solo Dios , un solo señor ; no
una sola persona , sino tres personas en una sola naturaleza.
Y
lo que creemos de tu gloria ,porque
tu lo revelaste , lo afirmamos también de tu Hijo , y también del espíritu
Santo ,sin diferencia ni distinción.
De
modo que al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna divinidad adoramos
tres personas distintas , de única naturaleza e iguales en dignidad.
Explicación de el evangelio
Jesús
un gran pedagogo
Jesús es un gran pedagogo y al despedirse de los apóstoles y comunicarles que
subiría al cielo no los quería dejar sin un gran maestro que los ayudara y los
guiara. Este maestro es el Espíritu Santo. El evangelista escribe: Aun
tengo muchas cosas por decir, pero ahora seria para vosotros una carga
demasiada pesada. Cuando vendrá el defensor, el Espíritu de verdad, os guiará
en el conocimiento de la verdad entera (Jn 16,12-13).
El Espíritu Santo
El evangelio de hoy nos señala algunas propiedades del Espíritu Santo. Es el
Defensor o Protector, nos guía al conocimiento de la verdad entera, es quien
glorifica a Jesús. Propiedades que garantizan la obra de Jesucristo.
El Espíritu Santo nos dará:
- un conocimiento de Jesucristo,
- lo glorificará
- y nos guiará.
Conocimiento
Facilitar
este conocimiento de Jesucristo y
del Padre es dar a conocer y revelar el rostro
de Dios.
Glorifica
a Jesucristo dando a conocer quien
es y cuales son las fuerzas del amor que pueden transformar el mundo. El Espíritu
Santo glorificando a Jesucristo, glorifica
también al Padre haciendo posible el conocimiento de la verdad
Jesús habla con mirada profética puesta en la Iglesia.
Quiere significar que el Espíritu Santo guiará a la Iglesia en los
acontecimientos que se le vayan presentando con visión cristiana
,evangélica y conforme a la
voluntad de Jesucristo. Os
anunciará el porvenir (Jn
16,15).
La
Trinidad en nuestra vida cristiana.
Nuestro
Dios no es un Dios lejano sino muy cerca de nosotros. Un Dios
que es Padre que ha querido acercarse a nosotros, un Dios que es amor.
Escribe san Juan: Mirad que amor
a nosotros ha tenido el Padre queriendo que nos llamemos hijos de Dios y lo
seamos (1 Jn 3, 1).
Un
Dios que es Hijo,
que se ha hecho nuestro hermano, ha recorrido nuestro camino y se ha entregado
para nuestra salvación.
Un
Dios que es Espíritu Santo
que habita en nuestros corazones, nos guía y nos conduce a la vida eterna.
La
persona que conoce más a Dios, no cabe duda, es Jesucristo y nos presenta a
Dios como padre que tiene cuidado
de las cosas por El creadas.
Cuando
recéis hacedlo de esta manera. Padre nuestro que estás en los cielos (
Mt 6,9-14).
Hombres
de poca fe, ¿por qué os inquietáis tanto por las cosas materiales? Mirad las
aves del cielo y los lirios del campo que hoy son y mañana no y Dios tiene
cuidado de todas ellas (Mt 6,25-32).
Poneos
en las manos de Dios.
Muchas
cosas os podría decir de Dios Padre, pero no lo haré para no alargarme más.
Del
Dios Hijo, que es Jesucristo, solamente os diré que pasó por el mundo haciendo
el bien, murió en una cruz y ahora está en el cielo donde nos ha preparado un
lugar para disfrutar eternamente de la vista de Dios.
Y
del Espíritu Santo, que habita en nuestros corazones, nos guía
y nos conduce por el camino de la verdad
y de la vida.
Muchas veces en nuestra vida hacemos la señal de la cruz.
La primera cosa que hace todo cristiano al levantarse es invocar a la Santísima
Trinidad con la señal de la cruz y la última, antes acostarse es invocar a la
Santísima Trinidad en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Propósito
para esta semana
Rezar
con más devoción el gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Que
paséis una buena fiesta de la Trinidad.