Domingo Mundial de la Propagación de la Fe

d.o.m.u.n.d

Hoy la Iglesia nos pide que seamos Misioneros

Celebramos hoy el Domingo Mundial de la Propagación de la Fe.

Palabras de Jesús: Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo (Mt 28, 18-19).

Jesús manda a los apóstoles que vayan por todo el mundo anunciando la Buena Nueva, y les promete estar con ellos hasta que se acabe el mundo.

Jesús también dijo esto para nosotros, cristianos del siglo veintiuno.

EJEMPLO DE LAS PRIMERAS COMUNIDADES

Los apóstoles dejaron Palestina y predicaron el nombre de Jesús, no sólo a los judíos sino también a los gentiles.

Su táctica era fundar pequeñas comunidades de fieles con su obispo, para que a su vez, estas comunidades enviaran predicadores para formar otras nuevas.

La comunidad de Antioquia de Siria envía a Pablo y Bernabé a predicar la Buena Nueva a Chipre y Asia Menor. Al volver de su viaje apostólico explicaron a la comunidad las maravillas que el Señor había obrado, y cómo el Señor había abierto la puerta a los que no eran judíos.

Al llegar, reunieron a la comunidad y contaron todo los que Dios había hecho por medio de ellos, y cómo había abierto a los paganos la puerta de la fe. Pablo y Bernabé permanecieron allí bastante tiempo con los discípulos (Hch 14,27-28).

Toda la comunidad se sentía misionera y ayudaba a los misioneros con su oración y limosnas.

Esta es la experiencia de hace más de dos mil años, que narra los Hechos de los Apóstoles.

LA IGLESIA HA DE SER MISIONERA

Ahora, la misión de la Iglesia, es la misma: fundar nuevas comunidades para que conozcan y amen a Jesucristo y para que estas comunidades cristianas se relaciones y ayuden entre sí.

El catecismo de la Iglesia católica nos dice:

El mandato misionero. "La Iglesia, enviada por Dios a las gentes para ser ‘sacramento universal de salvación’, por exigencia íntima de su misma catolicidad, obedeciendo al mandato de su Fundador, se esfuerza por anunciar el Evangelio a todos los hombres.

Origen y finalidad de la misión. El mandato misionero del Señor tiene su fuente última en el amor eterno de la Santísima Trinidad.

El motivo de la misión. Del amor de Dios por todos los hombres la Iglesia ha sacado en todo tiempo la obligación y la fuerza de su impulso misionero. (C.E.C. Núms. 849, 850, 851).

EXPERIENCIA DE LOS MISIONEROS

El misionero nos recuerda que en el corazón de cada hombre hay un deseo, una anhelo de conocer al verdadero Dios, manifestado en Jesús, que da sentido a la vida, que es perdón, esperanza, plenitud y gozo para siempre.

Los medios de comunicación nos presentan otras necesidades: el hambre material, falta de alimentos, medicinas, educación, justicia, libertad. Estas necesidades tan visibles y urgentes, también están atendidas por la iglesia misionera, que sostiene miles de escuelas, leproserías, hospitales y dispensarios en tantos lugares en los que hay tanta pobreza. Los misioneros experimentan también en su propia carne lo que es trabajar por la justicia y la libertad A veces sufren secuestros, heridas y muerte. Sus vidas comprometidas, y su mensaje evangélico, les lleva a compartir los dolores, e incluso, a dar la vida por Jesucristo.

NUESTRA IGLESIA

Existe un despertad religioso y es, precisamente, en las comunidades jóvenes de África y América, y un envejecimiento en las antiguas comunidades de Europa.

Como acabo de decir, nuestras comunidades se están envejeciendo. Faltan jóvenes en nuestras comunidades, se ven muchos cabellos blancos en nuestras reuniones eucarísticas.

Hemos de hacer lo que esté de nuestra parte para renovar nuestras comunidades.

TODOS LOS CRISTIANOS HEMOS DE SER MISIONEROS

Hemos de ser misioneros, para poder serlo es necesario estar enamorados de Jesucristo y de su mensaje de amor.

Si estamos enamorados y amamos a Jesucristo lo daremos a conocer y hablaremos de él.

Actualmente parece que hay una consigna tácita de no hablar de Jesucristo, ni en la familia, ni en el trabajo, ni en ningún lugar. Muchas veces se oye decir que este tema es tabú, por eso nunca se habla de Él.

Ejemplos

La madre le dice a la abuela:

- ¿Quieres callar?

Porque la abuela solía decir a los nietos que fueran a misa el domingo.

Dos señores que hacía más de veinte años que trabajaban en la misma empresa, nunca les habían ocurrido hablar de Jesucristo, y sí muchas veces de los partidos de fútbol del Barça. Un día se encontraron en una reunión cristiana y el comentario fue:

- ¿Tu también eres cristiano practicante?

- No lo sabía, no me lo habías dicho, y nunca hemos hablado de Jesús en tantos años que nos conocemos y trabajamos juntos en la misma oficina.

AYUDAR A LAS MISIONES

¿De qué forma podemos ayudar a los misioneros?

Con nuestra oración, en la eucaristía y ofreciendo al Señor nuestros sacrificios por ellos. Pidamos a los enfermos que ofrezcan también sus dolores y sacrificios por las misiones.

Promoviendo vocaciones misioneras. Pidiendo al Señor que en vuestra familia surja una hija o hijo misionero.

Ayudando económicamente a las misiones en la colecta de hoy.

Pedir alguna dirección de algún misionero y escribirle.

Podéis pedirla en el Obispado, en el departamento de misiones.

Recemos por las misiones y colaboremos con nuestros donativos. ¡Gracias!

¡Que pasen un buen domingo!