Segundo Domingo de Adviento   Ciclo B
 
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Bartolomeo di Giovanni. Nacimiento de Juan Bautista. (90 x 170 cm)El pasado domingo, Jesús nos recordaba que teníamos que vigilar y estar atentos, como el portero que espera a su amo, hoy, nosotros nos encontramos con este portero que espera la venida de Jesús. Este portero es la gran figura de Juan Bautista.

Os invito hoy a meditar en la gran imagen de san Juan Bautista.

Jesús nos dice: Os aseguro que entre los hijos nacidos de mujer no ha habido uno mayor que Juan Bautista (Mt 11,11).

Juan es un modelo para aprender muchas cosas, es un espejo donde mirarnos, puesto que nuestra vocación cristiana es parecida a la suya.

¿Cuáles son las enseñanzas que nos da san Juan Bautista?

Juan Bautista es la persona que busca a Dios en el desierto. Allí lo encuentra. Esta era su vocación. Todos hemos de encontrar a Dios, según nuestra vocación.

Juan es un Hombre Contemplativo

Muchas personas no entiende la vida contemplativa, porque no han descubierto el lema "ora y trabaja", que es el lema de san Benito para sus seguidores y para todos.

Algunos dicen: ¿por qué no están en el mundo y realizan un trabajo más útil? ¡Con tanto trabajo como hay! Juan también tenía mucho trabajo que hacer; pero, a pesar de eso, se retiró al desierto y trabajó más que si se hubiese quedado en el mundo.

La Iglesia necesita de estos monasterios para realizar su tarea. El trabajo callado y silencioso de los monjes y de las monjas tiene un gran valor que a veces no sabemos apreciar.

Los monasterios son las raíces de los árboles, que no se ven, pero que dan vida, los árboles sin raíces se morirían.

Juan, Un Hombre Penitente

Iba Juan vestido con pelo de camello, llevaba una correa de cuero a su cintura, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre (Mc 1,6).

En este tiempo de Adviento Juan nos invita a hacer penitencia por nuestros pecados y por los del todo el pueblo.

En estos días se habla mucho del mensaje de la Virgen María en sus apariciones de Lourdes, Fátima y Metsagorje. Pide penitencia, pero no le hacemos caso.

San Juan, en este tiempo de Adviento, nos dice que hagamos alguna renuncia como preparación de la gran fiesta de Navidad.

Toda la región de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él y, después de reconocer sus pecados, Juan los bautizaba en el río Jordán (Mc 1,5).

También en este tiempo de Adviento, san Juan nos pide que hagamos una buena confesión. Este gran sacramento que hemos desterrado, porque, si somos realistas, hemos de reconocer que acercarnos a este sacramento de la reconciliación nos cuesta mucho, porque somos tan orgullosos, que no sabemos, o no queremos, ver nuestros pecados y defectos.

Mosaico de un baptisterio del siglo V, Ravenna, Italia. Muestra el bautismo de Jesús por Juan en el rio Jordán. El Espíritu de Dios desciende sobre Jesus en la forma de una paloma. Lo mira un anciano con cabello blanco: la personificació clásica del rio.Juan es la Persona Humilde por Excelencia

San Juan era tan santo que algunos decían que él era el Mesías. Aún siendo tan santo, Juan dice que él no es digno de desatar la correa de las sandalias del Señor. Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo. Yo no soy digno ni de postrarme ante él para desatar la correa de sus sandalias (Mc 1,7).

Juan es la Persona que Prepara la Venida de Jesús

Voz del que grita en el desierto: ‑¡Preparad el camino al Señor; allanad sus senderos! (Mc 1,3).

Como la madre cuando prepara la venida de su hijo, o el estudiante que prepara los exámenes, Juan, con su vida y su predicación, prepara esta venida.

La misión de Juan es preparar el camino. Es la misma misión que tenemos todos nosotros: Preparar el camino de Jesús.

Para preparar esta venida del Señor, nosotros que hemos sido bautizados en el bautismo de Jesús y tenemos el don del Espíritu Santo, una de las mejores maneras es estar atentos a las inspiraciones del Espíritu Santo, que quizás nos pedirá perdonar, visitar a algún enfermo, hacer alguna limosna, ir algún día laborar a la misa, y hacer más oración, sobre todo siendo testigos de Jesús; hablar de Jesús, con los hijos, en casa, con los vecinos y en el trabajo.

Juan es el profeta que señala a Jesús con su vida, su palabra y su ejemplo. También, en nuestra vida hemos de señalar la persona adorable de Jesús.

Otras muchas cosas podríamos decir de la gran figura de san Juan, pero por hoy ya tenemos suficiente.  

Acabemos con estas palabras del salmista:

Tengo siempre presente al Señor,

con el a mi derecha no vacilaré.

Por eso se me alegra el corazón. (Sal 15, 8-9)

 

Durante el día procurad repetir muchas veces estas bonitas palabras del salmista