Ciclo B - DECIMOTERCER DOMINGO DEL AÑO
(sólo
texto, para imprimir)
En este verano, en que muchas personas hacen vacaciones, es bueno
contemplar la persona adorable de Jesús y su poder que se manifiesta:
Sobre la naturaleza, como vimos el pasado domingo, cuando Jesús calmaba el mar y dominaba el viento.
Sobre los espíritus impuros, con la curación del endemoniado de Gerasa.
Sobre las enfermedades y la muerte, como vemos en el evangelio de hoy, en la
curación de la Hemorroisa y la hija Jairo.
La contemplación de la persona de Jesús curando a la Hemorroisa y resucitando
aquella niña de doce años nos puede ayudar, haciendo una composición de lugar
para meditar el evangelio de hoy y sacar unas consecuencias prácticas para
nuestra vida cristiana.
Empieza el evangelio diciendo: Jesús llegó en barca a la otra orilla del lago. Mucha
gente se reunió a su alrededor y se quedó junto al lago (Mc 5,21). Vemos a Jesús rodeado de mucha gente
cuando se le presenta un jefe de la Sinagoga, que se llamaba Jairo, todo desesperado y
afligido, porque su hijita de doce años
se le estaba muriendo .Él ha oído hablar de Jesús y piensa que Él la puede curar. .
Al verlo se le echó a sus pies, y suplicándole con toda el alma le dice
"Mi hijita está
muriendo". Ven a imponerle las manos para que se ponga bien y no se
muera" ( Mc 5,23). Jairo era un hombre
importante en Cafarnaum como jefe de la
Sinagoga. Está delante de todo el mundo
se tira a los pies de Jesús, con fe y esperanza, confiando que Jesús le escuche
y cure su hijita.
Quisiera remarcar las palabras: "se le echó a sus pies" Su actitud
es una manifestación externa del gran
respeto que tenía hacia Jesús y del amor a su hijita. Que también nosotros,
alguna vez, sepamos echarnos a los pies de Jesús. .
Jesús le escucha y deja de predicar, se va con él y le sigue mucha gente (Mc 5,24). El padre, lleno de confianza estaba junto a
Jesús, esperanzado, cuando una mujer los interrumpe. Era una mujer enferma,
padecía hemorragias, y pensaba que si podía tocar el manto de Jesús quedaría curada. Veía a Jesús como un hombre y
creía que podía hacer lo que los
médicos no habían podido hacer. Se había gastado toda su fortuna en médicos.
Había consultado a muchos médicos que la habían hecho sufrir mucho. Y se había
gastado todo lo que tenía .No mejoró
nada, sino que iba de mal en peor (Mc 5,26). Ella toca a
Jesús y Él la cura. Jesús alaba la fe de aquella
mujer y le dice: Tu fe te ha curado. Vete en paz”.
Estando así las cosas llegan unos de casa del jefe de la sinagoga y le dicen: “Tu
hija está muerta .¿ Qué sacarías de quitar
el sueño al maestro? (Mc 5,35). Era una mala
noticia .No hay nada a hacer, deja de quitar el sueño al maestro y ven
corriendo a casa .Pero Jesús, sin hacer caso de lo que acababa de oír, dice al jefe de la sinagoga: "Ten fe
y no tengas miedo" (Mc 5,36). Él sabía muy
bien que tenía poder para resucitar aquella hija de doce años
.Por esto le pide que tenga fe y que no tenga miedo .Él dijo:” Yo soy
el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6).
Cuando en nuestra casa hay un difunto se guarda un riguroso silencio y todo
el mundo da el pésame a la familia con una cara de
circunstancias, muy diferente a como nos describe san Marcos en el evangelio de
hoy .
Cuando llegan a casa del jefe de sinagoga, ve el barullo de la
gente, que lloraba y gritaba de manera exorbitante .Él entra a casa y les dice:
"¿ Qué es este barullo y estos llantos? La criatura no está muerta sino
que duerme" Ellos se reían (Mc 5,39)..
Las lloronas mercenarias, que querían ganarse un dinero,
lloraban y gritaban como si tuvieran el
corazón deshecho y los flautistas tocaban la
flauta haciendo escuchar aires tristes y lúgubres.
Jesús entra en la habitación de la niña con los tres discípulos preferidos,
Pedro, Santiago, Juan (también estaban sus padres) y con toda delicadeza coge de la mano a la niña y le
dice: “Talita cum”, que quiere decir
“Niña levántate”(Mc 5,41). Estas palabras
son arameas, la lengua
familiar de todos, que el evangelio ha conservado y es una palabra afectuosa,
como diciendo, “bonita, levántate”. Algunos la traducen como “nieta,
levántate”.
Mirad la delicadeza de Jesús. Le da la mano, presenta la niña a sus padres y
les dice que le den de comer. La niña fue obediente a la voz de Jesús, por esto
volvió a la vida. Al instante, la niña,
que ya tenía doce años, se levantó y se puso a andar (Mc 5,42).
Pensad en la alegría de los padres, cuando aquella niña, retornó a la vida por
la palabra de Jesús. Los abrazaría, los besaría, y ellos le prepararían una
buena comida. No dejéis de remarcar la alegría de Jesús, que es portador de
alegría para quienes se cruzan con él, la
admiración de los tres apóstoles y los comentarios de todo el pueblo.
Los padres dieron la vida a aquella niña, Jesús le vuelve la vida por unos años
y la vida eterna para siempre .Los padres nos dan la vida que viene de Dios y
Dios esta vida la hace eterna. .
Hemos venido al mundo, para estar una temporada, más larga o más corta, y
después disfrutar eternamente de
la visión beatífica en el cielo
.Esta es nuestra fe, que es la fuente de la vida y nuestra respuesta al
proyecto de Dios. .
Pidamos que el Señor nos dé la gran fe de la Hemorroisa, especialmente
cuando vamos a comulgar, que comemos y bebemos el cuerpo y la sangre de Jesús. .
Cuando tengamos una necesidad sepamos acudir a Jesús como lo hizo Jairo .
Que la idea de la muerte, nos haga pensar en la resurrección y la vida eterna,
puesto que por esto hemos venido al mundo.
Hasta el próximo domingo, si Dios quiere .