CICLO B. DOMINGO veinticuatro del tiempo ordinario

 

INTRODUCCIÓN.

El evangelio del día de hoy nos presenta a Jesús como una persona incomprendida por su pueblo. Preguntaba a sus discípulos: ¿quién dice la gente qué soy Yo? Ellos le respondieron: "Unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que alguno de los profetas" (Mc 8,27-28) Ven en Jesús una persona admirable, podríamos decir un superhombre, y nada más. Lo comparan con Juan el Bautista, a Elías, o a algún profeta, pero no sabían ver lo que Jesús es en realidad.

Después pregunta a los discípulos: "¿Y vosotros quién decís que soy Yo?", y tomando la palabra Pedro contesta: "El Mesías"(Mc 8,29). Jesús aprueba esta respuesta y manda que no lo digan a nadie. Les manda guardar silencio.

Pero Jesús sabía muy bien que el concepto que el pueblo judío tenía del Mesías no era correcto, Algunos del pueblo tenían el concepto de un Mesías victorioso, que dominaría a los romanos y daría la victoria a su pueblo. Un Mesías, como un rey. A Jesús lo querían hacer rey después de la multiplicación de los panes y de los peces. Por esto Jesús les habla de sus sufrimientos y de su pasión y muerte. "El Hijo de l’hombre tiene que padecer mucho, los sumos sacerdotes y los maestros de la ley le tienen que rechazar, tiene que ser muerto y después de tres días resucitará" (Mc 8,31) Entonces viene la reacción: Pedro pensando hacerle un favor, se puso a contradecirlo. Pero Jesús se giró, regañó a Pedro, ante los discípulos y le dijo: "Huye de aquí Satanás ! No piensas como Dios, sino como los hombres" (Mc 8, 32-33) La reacción de Jesús fue fulminante, le llama Satanás y que no piensa como Dios, sino como los hombres. También nosotros, a veces, pensamos como los hombres.

 REFLEXIÓN SOBRE EL EVANGELIO.

Después de esta introducción, centremos nuestra reflexión sobre estas dos preguntas:

1. ¿Quién es realmente Jesús ?

2. ¿Quién es Jesús para nosotros?

Contestar a la primera pregunta nos traería a escribir un buen libro de muchas páginas y respuestas. Permitidme que resalte solamente alguna faceta de Jesús.

- Jesús es nuestro rey. En la entrada de Jesús en Jerusalén la gente cantaba: ¡ Hosanna al Hijo de David! ¡ Bendito el que viene en nombre del Señor!

¡ Hosanna en las altura! (Mt 21,9). Jesús delante de Pilato dice que es rey y que para esto ha venido al mundo. Tu dices que soy rey. Yo para esto he venido al mundo (Jn 18,37).

- Jesús es el Hijo de Dios. El salmista dice: "Tú eres mi hijo, Yo hoy te he engendrado" ( Sal,2, 7-8).

-Señor, el Rey de Israel ! Bendito el que viene en nombre del Señor, Rey de Israel ( Jn 12,13).

-Jesús nuestro salvador. Dijo Jesús:
No he venido a condenar al mundo, sino a salvarlo (Jn12,47).

- Jesús es nuestro redentor. Jesús muere en la cruz
. Todo se ha cumplido. Entonces inclinó la cabeza y entregó el espíritu (Jn19,30).

- Jesús es nuestro amigo. Él dijo a los apóstoles: Vosotros sois mis amigos ( Jn 15,13).

- Jesús es el gran sacerdote, que intercede delante del Padre por nosotros. El salmista dice
: Eres sacerdote, según el orden de Melquísedec ( Sal 110,4 ).

La segunda pregunta ¿ Quién es Jesús para nosotros.?

¿ Como han respondido los seguidores de Jesús a la pregunta que hizo Jesús a los discípulos?: ¿ Y vosotros, quién decís que soy Yo ?

La respuesta es muy diferente según la persona a quién lo preguntamos

Hay personas que lo han dejado todo para seguir a Jesús. Jesús es su herencia. Pensad en los monjes y monjas de clausura.

Otros que han dado lo mejor que tenían: su vida, antes de renunciar Jesús. Pensad en la gran cantidad de mártires. que han dado su vida por Jesucristo.

Otros, como la mayoría de nosotros, que nos esforzamos en seguirle y le seguimos y le amamos de verdad, pero estamos cargados de defectos y muchas veces lo que creemos no se corresponde con lo que obramos.

Nos podemos aplicar la gran lección que nos da Santiago en la segunda lectura: Hermanos míos, si alguien dice que tiene fe y no lo demuestra en las obras, ¿ de qué le servirá? ( Sant 2,14).

¿ De qué sirve decir que somos cristianos y que nos hemos de amar, si nuestras obras dicen lo contrario?

Trascendencia de la persona de Jesucristo en los hombres y mujeres del siglo XXI.

Muchos admiran a Jesús por su mensaje y su doctrina, pero la persona de Jesús no tiene ninguna trascendencia en su vida.

Otros lo persiguen. Nosotros somos testigos de que los cristianos y el mismo Cristo han sido perseguido y están perseguidos. Todos recordamos que en los países del Este, Jesús y sus seguidores eran perseguidos y ahora es motivo de alegría para nosotros, el ver como las iglesias que hacía cuarenta y setenta años que estaban cerradas, se abren y hay un renacimiento espiritual digno de admiración.

Y finalmente unos cuantos millones de cristianos que intentamos imitar a Jesucristo y dar testimonio de nuestra fe.

Para acabar, querría que todos nosotros pudiéramos repetir de verdad, estas palabras de San Pablo a la comunidad de Filipo: Para mí vivir es Cristo (Fil 1,21).

Nada más. Que paséis un buen domingo