Ciclo B. DOMINGO DECIMOQUINTO DEL AÑO

 

L A MISIÓN DE LOS DOCE ES MODELO DE LA MISIÓN DE LOS CRISTIANOS

Jesús envía a sus discípulos a presentar su mensaje al pueblo escogido y quiere ser ayudado por sus discípulos. No le hacía falta, pero Él los asoció a su obra redentora. La presencia de Jesús también se manifiesta a través de la presencia de sus enviados, que evangelizan en su nombre.

Del texto evangélico podemos extraer estas ideas.

JESÚS CONFÍA EN LOS APÓSTOLES

Envía a los hombres de confianza, los que habían estado con Él y les promete su ayuda. Les da autoridad sobre los espíritus inmundos. Dice el evangelista Marcos: "Designó entonces a doce, a los que llamó apóstoles, para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar" ( Mc 3,14). Jesús, antes de enviarlos a predicar, quiere que estén con Él, le conozcan, le amen, escuchen sus palabras y aprendan su forma de predicar, como lo hace Él. También nosotros, si queremos presentar a Jesús a nuestros familiares y amigos y al mundo, antes tenemos que estar con Jesús.

LOS ENVÍA DE DOS EN DOS.

Los envía de dos en dos, para que sean testigos de su mensaje ya que, para dar testimonio según la ley, se necesitaban al menos dos testigos. El libro del Deuteronomio dice: "Un solo testigo no basta para probar la culpabilidad de un hombre (...) Para que la sentencia por cualquier delito sea firme, es necesario la declaración de dos o tres testigos" ( Dt 19,15).

LES DA PODER SOBRE LOS ESPÍRITUS MALIGNOS.

El apóstol recibe de Jesús el poder de liberar al hombre de todo poder del espíritu maligno. Jesús tiene poder sobre Satanás: "Les dio poder sobre los espíritus malignos" ( Mc 6,7).

LES DA ALGUNAS CONSIGNAS .

De todas las cualidades que Jesús pide a sus enviados, quizás existen dos que destacan más: la gratuidad y el desprendimiento: "Les ordenó que no tomaran nada para el camino, excepto un bastón. Ni pan, ni zurrón, ni dinero en la faja. Que calzaran sandalias, pero que no llevaran dos túnicas" ( Mc 6,8-9). Jesús confía en la hospitalidad y asistencia del pueblo que les escuchará. Les dice que vayan con espíritu de pobreza y sencillez.

ÉL SABE QUE NO TODO EL MUNDO LES ESCUCHARÁ

Él les previene que no todos aceptarán su mensaje: "Si en algún sitio no os reciben ni os escuchan, salid de allí y sacudid el polvo de la planta de vuestros pies, como testimonio contra ellos" (Mc 6,11). Jesús no fue aceptado por mucha gente, a pesar de ser el Hijo de Dios y que resplandecía en santidad. ¿Por qué nos extrañamos, entonces, cuando nuestra predicación muy imperfecta no es aceptada?

CONSECUENCIA PRÁCTICA.

Pensando en nuestros cristianos de hoy en día he compuesto este decálogo que os puede ayudar a reflexionar sobre la actividad apostólica y nuestra forma de llevarla a la práctica.

-1. Estar unido a Jesucristo como los sarmientos están unidos a la vid y de esta unión comprender que le tenemoss que amar de verdad. San Pablo decía: "Para mí vivir la vida es Cristo" ( Fl 1,21).

-2. Tener presente que Dios nos ha escogido para dar a conocer a Jesucristo. Cada uno según su vocación. El cristiano por el bautismo ha sido escogido para ser apóstol de Jesús.

-3. Pensar que dar a conocer a Jesucristo no es fácil. La experiencia nos lo demuestra.

-4. Saber que no todo el mundo aceptará el mensaje de Jesús. Dios tiene un gran respeto al hombre y a su libertad.

-5. Jesús advierte que el apóstol será maltratado y que le podrán condenar, pensando que realizan un servicio a Dios. El siervo no puede ser menos que el Maestro.

-6. Esforzarse en presentar el mensaje de Jesús tal como es. Es un mensaje de paz y de alegría. Presentarlo de acuerdo con la manera de ser de nuestro tiempo y con palabras que se entienda.

En una catequesis, yo utilicé la palabra carbón y un niño me preguntó qué era el carbón. Entonces pensé que debía cambiar el lenguaje y no hablar de carbón sino de butano, de electricidad o de placas solares.

-7. Predicar a Jesucristo y no a nosotros. Nuestra autoridad es delegada. No querer que los demás cumplan nuestra voluntad, sino la voluntad del Señor.

-8. No cansarse. Trabajar con constancia. El niño, para que aprenda a leer, se tiene que pasar muchas horas estudiando y el maestro tiene que tener mucha paciencia y constancia. Recordad el ejemplo de santa Mónica, que no se cansó hasta obtener la conversión de su hijo, Agustín.

-9. No esperar una recompensa. Tener pobreza espiritual. Ponerlo todo en las manos de Dios. San Pablo dice que ni el que siembra, ni el que siega es algo, sino Dios que da el cien por cien..

-10. Acoger y dejarse acoger. Una persona que no frecuentaba mucho la iglesia se pasó a otra religión a raíz de la muerte de su marido. Le pregunté el porqué lo había hecho y su respuesta fue: "Porque me acogieron".

Nuestras comunidades tienen que ser acogedoras. A veces parecen restaurantes, donde la gente va y nadie se preocupa de la persona que tiene al lado.

Nada más. ¡Qué paséis un feliz domingo!