Ciclo B. DOMINGO VIGÉSIMO DEL TIEMPO ORDINARIO
COMULGAR ES PARTICIPAR DE LA PERSONA DE JESUCRISTO.
INTRODUCCIÓN.
¿Por qué , hermanos y hermanas muy queridos en el Señor, habéis venido hoy al Templo
haciendo tanto calor.? No estaríais mejor en la playa o en vuestros hogares?.
Seguramente que estaríais mejor, pero vuestro amor a Jesucristo os ha traído a escuchar
la palabra de Dios y a participar del banquete Eucarístico.
PRINCIPALES IDEAS SACADAS DEL EVANGELIO
a). Jesús es el pan vivo bajado del cielo. Yo soy el pan vivo (Jn 6,33) Nos habla
de pan vivo, que da vida, como el pan que comemos cada día nos da y nos conserva la vida.
b). Bajado del cielo (Jn 6,41). Jesús es el pan que ha bajado del cielo, no viene
de la tierra, sino del cielo EL pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo
(Jn 6,33).
c). Para dar vida divina a los hombre. En verdad, en verdad os digo: si no coméis la
carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre no tendréis vida en vosotros (
Jn 6,53). La finalidad de este pan vivo es dar vida a nosotros . Vamos a comulgar para
tener vida espiritual y cristiana.
d). Este pan es la Eucaristía. El pan que Yo daré es mi carne para la vida del mundo (Jn,
6,51).
REACCIÓN DE LOS JUDÍOS
Los judíos no entendieron las palabras de Jesús y se escandalizaron y decían : ¿Como
puede darnos su carne para comida?. (Jn 6,53) y empezaron a desertar y casi lo dejaron
solo.
Para Jesús habría sido más fácil rectificar sus palabras ante la reacción de los
judíos, pero no lo hace, sino que insiste en lo que ha dicho: Jesús
respondió: De verdad os digo, si no coméis la carne del Hijo del hombre y bebéis su
sangre, no podéis tener vida en vosotros (Jn 6,53). Si Jesús no fue aceptado por los
judíos, no es de extrañar que ahora también haya personas cristianas que han recibido
el bautismo y han hecho la primera comunión y ahora prescinden de Él, o no le aceptan.
JESÚS EXPLICA SUS PALABRAS
Jesús, hoy nos quiere explicar que este pan es su propia carne y su propia sangre.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida (Jn 6,55).
Cuando Jesús dice que su carne y sangre es verdadera comida, quiere significar que es una
comida real y auténtica y no imaginativa y metafórica y que Él está presente en la
Eucaristía .
Las palabras de Jesús son claras. El pan que Yo daré es mi carne para la vida del
mundo. (Jn 6,51) . En hebreo o arameo decir mi carne era decir toda mi persona del
mismo modo que San Juan dice que la Palabra se hizo carne (Jn 1,14).
Significa que el Hijo de Dios se hace hombre. Ir a comulgar es recibir Cristo.
La presencia de Jesús en la Eucaristía es una presencia real, aunque humanamente es
difícil de explicar.
APLIQUEMOS LAS PALABRAS DE JESÚS A NUESTRA VIDA CRISTIANA.
Cristo ha hecho como los padres al tener un hijo que no solamente le dan la vida, le
hablan, le dan consejos, le educan, sino que también lo alimentan. ¿Qué diríais de
unos padres que solamente dieran la vida y consejos a sus hijos? Nosotros somos hijos de
Dios y Jesucristo nos ha dado el alimento que corresponde a los hijos de Dios.
Jesús instituyó la Eucaristía en el banquete Pascual y a nosotros nos lo hace en el
banquete eucarístico.
LA MISA ES UN SACRIFICIO Y UN BANQUETE.
La misa es un banquete que el Padre ha preparado para nosotros, porque comemos y bebemos
el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo.
En el Templo tenemos preparada la mesa del banquete, que decimos el altar, el mantel, las
flores, los cirios , la patena como un plato, los purificadores, como servilletas, el
cáliz como copa, y el pan, el agua y el vino, que después de la consagración se
convertirán en el cuerpo y la sangre de Jesucristo.
Hoy, nosotros hemos correspondido a la invitación de Jesús y aquí estamos para
participar en el banquete eucarístico.
ANÉCDOTA.
En un banquete de boda fue invitado un señor que estaba enfermo y a toda la comida que le
ofrecían decía que no. La persona que estaba a su lado le preguntó. ¿Qué te pasa que
no comes ? Él le respondió: es que estoy enfermo y no puedo comer. Algunos de
vosotros no iréis a comulgar en este banquete eucarístico, preguntaos sí estáis
enfermos y no podéis ir a comulgar. ¿Estáis en pecado, estáis desganados o no amáis
lo suficiente a Jesucristo?
Cuando vamos a comulgar nos unimos a JESUCRISTO.
Otra idea muy interesante es la unión con Jesucristo. Hemos escuchado estas palabras:
Quién come mi carne y bebe mi sangre está conmigo y Yo con él (Jn 6,56) y más
adelante Jesús explicará como tiene que ser esta unión: A mí me ha enviado el Padre
que vive y Yo vivo gracias al Padre, igualmente quien me come a mí vivirá por mí.(Jn
6,57). Esta unión también la manifestará en la última cena, el Jueves Santo , cuando
comparará su unión con la persona que lo recibe en la vida y unión de los sarmientos
con la vid.
Amad de verdad a Jesucristo y os recomiendo que vayáis a comulgar siempre
cuando asistís a la Santa Misa.
Que tengáis un buen domingo