JESÚS QUIERE QUE SEAMOS AMIGOS Y HUMILDES El hombre naturalmente es orgulloso. Quiere sobresalir ante los otros e imponer su voluntad a los demás.
El hombre quiere ser é sólo y superior.
Una de las malas inclinaciones que llevamos dentro es que nos cuesta compartir, comprender a los otros y ser amigos de verdad. Un maestro me explicaba que le era muy difícil que todos los niños de su clase fueran amigos.
Un niño de tres años, hablando con su madre, un día ella le dijo que tendría que ser amigo de un niño vecino. Y aquel niño le respondió que no: " Yo no me junto con ese."
EXPLICACIÓN Y APLICACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS
En la primera lectura hemos escuchado estas palabras: El Señor bajó de la nube y hablaba con Moisés. Y entonces tomando del espíritu que Moisés tenía lo infundió a los setenta ancianos (Num 11,25).
El Espíritu de Dios, inexplicablemente y contra todas las reglas, se puso también sobre dos hombres que se quedaron en el campamento y faltaron voluntariamente a la reunión y estos se pusieron a profetizar. Entonces, un joven vino a decirlo a Josué y este a Moisés pidiendo que se lo prohibiera.
El evangelio nos ha hablado que Juan dijo a Jesús: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre sacaba demonios y le decíamos que no lo hiciera más, porque no es de los que vienen con nosotros ( Mc 9,38) Quería que Jesús prohibiera echar los demonios a uno que no era de los suyos y Josué quería que Moisés prohibiera profetizar a Elda y Menad.
La respuesta de Moisés es parecida a la de Jesús: Ojalá que todo el pueblo tuviera el don de profecía y que el Señor les diera a todos su Espíritu! (Num11,29) Jesús responde: No lo prohibáis. Nadie que en mi nombre haga milagros, podrá, después, hablar mal de mí. Quién no está contra nosotros, está con nosotros (Mc 9,39-40).
Jesús es liberal, no quiere tener el monopolio del bien. Una de las cosas que admiro más de Jesús es este espíritu de libertad, que tiene y nos enseña. Jesús no es radical con las personas, es comprensivo y sabe muy bien que cada persona le tiene que seguir según su manera de ser y su vocación.
Jesús quiere que todos seamos amigos, aunque no pensemos del mismo modo.
DIFERENTES MANERAS DE PENSAR EN LA IGLESIA Y EN NUESTRAS COMUNIDADES
Si nosotros miramos nuestras comunidades, veremos que hay diferentes maneras de pensar y actuar. Al Señor se puede seguir de distintas maneras. Hay una grande diferencia entre un monje de Poblet y un misionero de la India, por ejemplo. Esto es bueno y querido por Dios. Lo que es malo son las envidias y discriminaciones que, a veces, hay en nuestras comunidades. Aquella persona no me gusta y yo no me acerco porque es conservadora o progresista, catalana o castellana, o no piensa como yo pienso.
En las primeras comunidades ya había estas divisiones. Unos decían: Yo soy de Pablo, otros de Apolo. Pablo contesta: Yo planté, Apolo regó, pero Dios da el incremento. Ni el que planta, ni el que riega es algo, sino Dios que da el incremento. Por esto no somos nada, ni el que planta ni el que riega; sólo cuenta Dios, que hace crecer (1Cor 3.6-7).
A veces, pienso que nuestra comunidad que, merced a Dios, tiene muchos grupos, se asemeja a los reinos de Taifas. Pertenecemos a una misma comunidad, pero no nos conocemos y cada grupo va a lo suyo. Yo pregunto, si no nos conocemos, ¿cómo podremos amarnos y poner en práctica el mandamiento de Jesús: Os doy un mandamiento nuevo que os améis los unos a los otros (Jn 15,17).
RESPETEMOS A LAS PERSONAS QUE NO PERTENECEN A LA IGLESIA CATÓLICA.