SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y DE LA SANGRE DE CRISTO

Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si  alguno come de este pan vivirá eternamente ( Jn 6,51).

Introducción

Celebramos hoy una de las fiestas más importantes  del año, la fiesta del Cuerpo y de la Sangre de Jesús.

El Jueves Santo os presenté la eucaristía como el gran sacrificio que Jesús ofrecía al Padre, de una manera incruenta en la eucaristía y de una manera cruenta en la cruz.

Jesús instituye la eucaristía

El mismo día, que lo traicionaron al anochecer, él que siempre había amado a los suyos en el mundo, tomó  pan y dando gracias y bendiciéndolo, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: Tomad i comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros.

Igualmente después de cenar, tomó el cáliz y, dando gracias y bendiciendo lo pasó a sus discípulos diciendo. Tomad  y bebed todos de él, porque,  éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna,  que será derramada por vosotros y por todos los hombres, para perdón de los pecados.

 

Haced esto en   memoria mía.

¿Qué es un banquete?

Un banquete siempre es una fiesta. Se reúnen personas que habitualmente no están en casa, se sientan a la misma mesa y reina alegría . Nosotros hacemos banquetes para celebrar las fechas más importados de nuestra vida: el nacimiento de un niño, el matrimonio, alguna victoria, cuando el equipo de fútbol del Barcelona gana el partido de fútbol etc. etc.

El banquete de Jesús


Preparación

Los discípulos de Jesús le preguntaron dónde quería que prepararan el lugar para poder comer el cordero pascual y Jesús envió a dos discípulos, seguramente Juan y Pedro, para que fueran a la ciudad de Jerusalén a preparar las cosas necesarias para celebrar la Pascua aquel año.

Es curioso que Jesús no les dijera exactamente el lugar sino que encontrarían, al entrar en Jerusalén, un hombre que iba a buscar agua con una jarra y que lo siguieran y al llegar donde entrara que le pregunten dónde alojará al Maestro para comer el cordero pascual él y sus discípulos.

Tuve un profesor de Biblia que nos decía que Jesús no había querido decir exactamente donde se reunirían para celebrar la Pascua para que Judas no se enterara.

Los discípulos prepararían las cosas necesaria para celebrar la Pascua en el piso de arriba, donde había una sala grande bien arreglada con alfombras y cojines. Hay que  notar que la sala estaba muy bien arreglada como Jesús lo merecía.

Los  discípulos irían a comprar el cordero para poderlo comer las personas que estuvieran con Jesús. Prepararían el pan ácimo que recordaba la salida de los judíos de Egipto, la ensalada de  hierbas, que recordaba las penas del cautiverio, el vinagre, el vino, que aquellos días era más barato, la salsa compuesta de almendras, dátiles y espinilla con vino y agua para las abluciones.



El banquete del Jueves Santo


Los asistentes

Los asistentes a este banquete eran los apóstoles, Pedro que lo negaría tres veces diciendo que no conocía a Jesús, Juan que lo acompañaría hasta la  muerte, Judas que lo traicionaría y los otros apóstoles.

Maria y Judas en el banquete


Del evangelio no se deduce que Judas estuviera presente cuando Jesús instituyó la eucaristía. Seguro que estaba  cuando Jesús lavaba los pies. La madre de Jesús, Maria, tampoco lo sabemos.

Los artistas y poetas, que no tienen reglas fijas, ponen a la Virgen María de diferentes maneras: sentada a la mesa, a la puerta y Jesús dándole la Comunión. Principalmente desde el siglo noveno, como el beato Angélico lo hace y el relicario que se conserva en el Museo Vaticano, aparece la Virgen junto a Jesús humilde y devota.

Nuestro banquete.


La eucaristía es una fiesta. En la Eucaristía también nos reunimos  varias personas para comer, no el pan corporal, sino el pan eucarístico.

Jesús dijo: No os dejaré huérfanos, sino que me quedaré entre vosotros. Jesús se ha quedado en el banquete eucarístico.

 

Hay un gran diferencia entre el banquete en que nosotros comemos el pan material y cuando comemos el pan celestial. Cuando comemos el pan material, él se transforma en nuestro cuerpo, y cuando nosotros comemos el pan espiritual de la Eucaristía somos nosotros que nos unimos en el cuerpo de Cristo.

Efectos del pan y l’Eucaristía

El prefacio de la misa de hoy dice: con este sacramento alimentas  y santificas a tus fieles para que su misma fe ilumine y su mismo amor  congregue a todos los hombres que habitan en el mundo.



¿Por qué comemos?

Comemos para conservar la vida
. Si queremos tener vida espiritual debemos participar de la eucaristía. Quien no come muere, quien no recibe a  Jesús poco a poco va muriendo

Comemos para crecer espiritualmente.
Siempre en la vida espiritual podemos crecer, puesto que dijo Jesucristo. Sed perfectos como el Padre Celestial es perfecto (Mt 5,48).

Comemos para reparar las fuerzas
. También en la vida espiritual debemos reparar las fuerzas. Continuamente somos  tentados y debemos tener fuerzas para resistir a la tentación. La vida espiritual se gasta como la vida corporal y la debemos conservar.

En la comida encontramos gusto, en la Eucaristía también encontraremos consuelo y fuerza para seguir adelante espiritualmente.

Aprenderemos a vivir según Jesucristo y tener los mismos sentimientos que Él tuvo.

Condiciones para ir a comulgar

No puedes ir a comulgar si no pones en práctica el mandamiento de Jesús. Amaos  los unos a los otros, como yo os he amado (Jn 13,34) de tal manera que si recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja el sacrificio, en nuestro caso el banquete, reconcíliate con tu hermano y después participa del banquete.

Todos los que participan del banquete deberían ir a comulgar. Solamente si estás enfermo espiritualmente no puedes participar, entonces debes recibir el sacramento de la reconciliación y de este modo podrás ir a comulgar, es decir, participar del banquete eucarístico dignamente.

El banquete presupone compartir la comida Ir a comulgar quiere decir compartir también nuestra vida, no solamente con Cristo, sino también con nuestros hermanos.

Por esto, hoy, la Iglesia celebra el día de la caridad. Compartir nuestros bienes tanto espirituales como materiales con nuestros hermanos. En primer lugar con aquellas personas que tenemos más cerca, como puede ser la familia, los amigos, las personas que salen a nuestro encuentro etc.

En segundo lugar ayudar a aquellas instituciones que hacen lo que nosotros no podemos hacer individualmente, como por ejemplo, hacer un comedor para los pobres. Esto es lo que hace Caritas y la colecta de hoy es para esta intención.

Propósito

Dar gracias al Señor por el gran don de la Eucaristía.

Rogar por nuestros familiares, amigos y personas alejadas. etc

Asistir, si se puede, a la procesión de Barcelona  y también la que se hace en   muchos pueblos..

Que paséis un buen día del Corpus.





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