Ciclo C. Primer domingo de Adviento
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"VEN SEÑOR JESÚS" (Ap 22,40)

Introducción

Al comenzar el año litúrgico permitidme que os explique un poco qué entiendo por ser cristiano.

¿Qué quiere decir ser cristiano?

Ser cristiano no es sólo estar bautizado, es sobre todo, conocer a Jesucristo, amarle y seguirle.

Seguirle es más difícil. Ser cristiano es para toda la vida, es una tarea que hay que estar comenzando constantemente. Principalmente, es adquirir una nueva forma de pensar; es la novedad que viene por la aceptación de la Palabra de Dios, que lo renueva todo y da una nueva visión de Dios, del mundo y de uno mismo, también, en las relaciones con los demás, a veces, es ir a contracorriente de la forma de pensar del mundo.

PREPARÉMOS LA FIESTA DE NAVIDAD

Adviento es tiempo de preparación para la gran fiesta de Navidad. Celebramos la venida de Jesús en su nacimiento. Esta fiesta la hemos de preparar con mucha fe, renovando nuestra vida cristiana, para que, cuando venga Jesús el día de Navidad se encuentre bien en nosotros.

La venida de Jesús es la misma para todos, pero, se diversifica según la actitud y preparación con la que cada uno acoja a Jesús.

La Iglesia puede compararse a una noria que saca agua continuamente. Agua viva y fresca. Que esta agua nueva de cada año nos renueve y nos de frescura espiritual para contemplar toda la vida de Jesús. Que el Señor haga que durante este año litúrgico que comienza hoy, sepamos recoger esta agua viva que es su Palabra.

La Iglesia nos recuerda la venida de Jesús en la cueva de Belén. Este domingo nos recuerda otra venida, también muy importante, la segunda venida de Jesús al final de los tiempos.

 

1. Sentido escatológico de la segunda venida de Cristo al final de mundo.

2. Sentido histórico de la fiesta de Navidad.

En este primer domingo de Adviento, en el evangelio de san Lucas, leemos: Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria (Lc 21,27).

Jesús no aparecerá como un niño pequeño, débil y sin poder, sino que aparecerá como el juez justo que viene a juzgar a vivos y muertos. Dice san Mateo: Cuando venga el Hijo del hombre en su gloria con todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Todas las naciones se reunirán delante de él, y él separará unos de otros, como el pastor separa las ovejas a un lado y los cabritos a otro. Entonces el rey dirá a los de un lado: "Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde la creación del mundo… Después dirá a los de otro lado: Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles (Mt 25, 31-34, 41).

Dios premia a los buenos

Es dogma de fe que Dios premia a los buenos y juzga a los malos.

Algunos podéis pensar: hemos de ser buenos por el premio que nos espera. Esto sería egoísmo y Dios no lo quiere así. ¿Qué diríamos de un hijo que sólo quisiera a sus padres por la herencia que espera? Diríais que es un mal hijo. Nosotros, los cristianos, hemos de amar a Dios porque es nuestro Padre, y hemos de amar a nuestros hermanos porque es el precepto del Señor. Naturalmente que, como consecuencia, iremos al cielo, pero, esto no es la razón principal de nuestro comportamiento.

Dios es justo

Que Dios es justo, es una verdad de fe. Fácilmente podemos deducir que Dios ha de juzgar, entonces nos viene a la memoria las muchas injusticias que cometen los hombres. Puede ser que, nunca como ahora, la justicia haya estado tan deteriorada. Personas que deberían ser juzgadas, fácilmente escapan de la justicia, y a otras se les culpa sin motivo. Pero Dios es justo y no se le escapa nada. Nadie se ríe de Dios, dice san Pablo.

Dios es misericordioso

Es verdad que Dios es juez, pero también es amor y misericordia. En otros tiempos la madre decía a sus hijos para que no pecaran, que si ella no los veía, los veía Dios, para que tuvieran miedo de pecar y que Dios les castigaría. Esta forma de presentar a Dios no me gusta. Porque si es verdad que Dios todo lo ve, también es verdad que su mirada no es para castigar sino que es una mirada de amor y misericordia, que al final acaba con un abrazo, como nos dice Jesús en la parábola del hijo pródigo, o del Padre misericordioso.

Jesús nos dice que hemos de estar vigilantes

El evangelio nos recuerda hoy que hemos de vigilar, no sea que, en la segunda venida, Jesús nos encuentre adormecidos, pensando sólo en comer y beber, con las preocupaciones de este mundo.

Permaneced alerta vosotros mismos. Que el exceso del comer y beber o las preocupaciones de los negocios no agobie vuestro corazón, porque ese día caerá de improviso sobre vosotros. Ese día será como una trampa en la que caerán atrapados todos los habitantes de la tierra (Lc 21, 34-35).

Jesús nos pide que estemos siempre preparados

Jesús nos dice que debemos estar siempre preparados porque no sabemos el día ni la hora en que el Señor vendrá.

Pero nuestra actitud no ha de ser como la de aquellos estudiantes que cuando se iba el profesor de la clase hacían mucho alboroto y no estudiaban, un alumno vigilaban en la puerta para avisar: ¡Ya viene! Y se hacía un silencio sepulcral. El miedo no es buen consejero. Tenemos derecho a vivir tranquilos y disfrutar de las cosas buenas de la vida. Si sabemos que Jesús, nuestro amigo, va a ser nuestro juez, a quien hemos de esforzarnos por servir, ¿de qué hemos de tener miedo?

Tiempo de Adviento, tiempo de reflexión, tiempo de preparación para la Navidad, tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados.

Antes de salir del templo preguntémonos: ¿Qué haré yo para prepararme espiritualmente para recibir al Señor en esta gran fiesta de Navidad?

Una anécdota

Para terminar, os quiero explicar una anécdota que me ocurrió la semana pasada. Una joven vino a confesarse conmigo, (las jóvenes también se confiesan), y al terminar mi pequeño sermón le dije: Que el Señor habite en tu corazón, y ella me contestó: Padre, el Señor habita siempre en mí.

Que todos nosotros podamos repetir las mismas palabras: ¡El Señor habita siempre en mi corazón!

Os deseo que paséis un buen domingo, una buena semana y un buen comienzo del año litúrgico.