Domingo Treinta y Tres Durante el Año - Ciclo C
(Sólo texto, para imprimir)

Introducción

Acabamos este año litúrgico. Este tiempo de otoño nos invita a meditar en el sentido del tiempo, la caducidad de la vida, la fragilidad de la persona y la inseguridad de todo lo humano.

Este evangelio es uno de los más difíciles de interpretar, por su estilo escatológico, que quiere decir, las últimas realidades en un tono  profético, que mezcla el presente y el futuro. Nos cuesta mucho distinguir cuando Jesús habla en presente y cuando en futuro.

En estos días de lluvia, en los cuales vemos que los ríos discurren rebasados y los pantanos se llenan, tampoco es fácil hacer un análisis de cómo esta agua se distribuye por toda la tierra y va a desembocar en el mar. Como tampoco es fácil habla del fin del mundo, sobre todo, dar una explicación razonable. cuándo y cómo será, Jesús, como Dios lo sabía, pero como hombre no quiso revelarlo.

Una cosa es cierta, que los ríos, que enriquecen la tierra y la embellecen con su agua, van a parar al mar y a él le deben su existencia. También es cierto que nuestra vida es un don de Dios, que tiene como destino entrar para siempre en el océano infinito de la vida de Dios.

Explicación del evangelio

Después de esta introducción, podemos preguntarnos ¿cómo podemos comentar la palabra de Dios, para que nos ayude en nuestra vida cristiana?

Al oír a algunos que hablaban sobre la belleza de las piedras y exvotos que adornaban el templo, dijo: ‑Vendrá un día en que todo esto que veis quedará totalmente destruido; no quedará piedra sobre piedra (Lc 21, 5).

Los discípulos alababan la magnificencia y la grandiosidad del Templo de Jerusalén, pero estas palabras tan evidentes de Jesús debieron sonar muy duras a los oídos de sus compatriotas.

Evidentemente, no lo decía para amargarlos sino para darles, a ellos y a nosotros, una enseñanza palpable: que no pongamos nuestra confianza en nada caduco, por más maravilloso que sea, ya que todo es frágil y perecedero.

Una de las obras mejores y mejor edificadas era el templo de Jerusalén. El templo era el símbolo y el centro del pueblo de Israel. Destruir el Templo era destruir el pueblo de Israel. Jesús amaba el templo, pero sabía que, de aquel Templo no quedaría piedra sobre piedra, y lloró.

La lección para nosotros  es que todas las cosas humanas son caducas y que toda nuestra confianza la hemos poner en Dios.

En nuestra vida de cada día se nos destruyen cosas, cada día perdemos seguridades, pero nosotros, confiando en el Señor, sabemos que él reconstruye nuestra vida. Cada día hemos de renovar nuestra esperanza en el Señor.

Nosotros, los que ya somos algo mayores, hemos visto caer el fascismo, cuando parecía imposible, cuando las tropas de Hitler ocupaban toda Europa. Hemos visto caer el comunismo y el muro de Berlín, algo impensable también. Como opinión personal os digo que la caída del muro de Berlín, sin ningún disparo, fue algo providencial. ¡La mano de Dios actúa, aunque nosotros no la veamos!

Los hombres construyen imperios y ciudades, templos y muros que caen, nosotros cristianos tenemos que ser constructores del Reino de Dios aquí en la tierra, esta no caerá nunca.

Para construir, muchas veces, se ha de derrumbar lo viejo y empezar a edificar de nuevo. Si tienes una casa vieja y quieres construir una  nueva, has de echar  a bajo la vieja para poder edificar la nueva. Si queremos construir un mundo de amor, de paz, de fraternidad y de justicia, hemos de desterrar de este mundo la guerra, el odio y la injusticia. Cuando digo esto no hemos de pensar sólo en los gobernantes, sino en nuestra vida de cada día, que está plagada de egoísmo, odio e injusticia, aunque no siempre queramos reconocerlo.

Dante escribe que en el viaje que todos hacemos hacia la eternidad encontramos tres fieras en el camino, que quieren impedir que avancemos: una pantera, un león y una loba. La pantera, dice Dante, es la sensualidad. Se vale de todo por apagar en nosotros los gozos y el sabor del espíritu.

Vivimos en un ambiente lleno de sensualidad, desgraciado el hombre que no sabe, o no quiere, dominarla: la televisión, las revistas pornográficas, y ahora sólo faltaba el teléfono erótico.

Nos encontramos también, según Dante, con el león, que representa con su cabeza erguida, el orgullo. ¿Por qué se pelean los hombres? Todos quieren ser los primeros, mandar y tener la razón. Jesús nos dice que cuando nos inviten escojamos el último lugar, porque los primeros serán los últimos y los últimos los primeros.

Finalmente la loba, que puede ser este mundo que nos devora con su materialismo, comodidades y egoísmo.

Continúa el evangelio

Las cuatro calamidades de la Biblia, resumen el dolor de la humanidad: peste, hambre, guerras y terremotos y para los cristianos añade persecuciones. Esto os servirá para dar testimonio. Haceos el propósito de no preocuparos por vuestra defensa, porque yo os daré un lenguaje y una sabiduría a los que no podrá resistir ni contradecir ninguno de vuestros adversarios (Lc 21,14).

La destrucción del Templo de Jerusalén, me ha recordado las destrucciones de ahora, además de las guerras.

Naufragio Del Titánic

Siglo XX

El miércoles 10 de abril de 1.912, a las doce en punto, zarpaba del puerto de Souhthampton (junto al Canal de la Mancha, Inglaterra) el barco más lujoso y el más grande construido hasta entonces. Construido en los astilleros de Belfast (Irlanda), fue botado el 31 de mayo de 1.911.

Este gigante de los mares era el fruto de la carrera que, desde principios de siglo, venía enfrentando al Reino Unido con Alemana por el dominio de los mares. Era el orgullo de la compañía propietaria.

El día catorce, después de navegar cuatro días, el lujoso trasatlántico, chocaba con un iceberg y naufragaba, muriendo ahogadas mil trescientas doce personas, en las aguas del Atlántico Norte.

Destrucción De Las Torres Gemelas De Los Estados Unidos

Siglo XXI

El martes, día once de septiembre, fue un día de angustia y tristeza para los Estados Unidos y para todo el mundo.

Dos aviones secuestrados cerca de Nueva York con pasajeros derrumbaron las formidables torres gemelas de Nueva York y parte del pentágono de Washington.

El presidente de Estados Unidos, George Bush, habló de miles de muertos, unos tres mil.

Consecuencia Práctica

Los hombres ponen su esperanza en la técnica y en los grandes inventos, mi esperanza está en el Señor que no falla nunca.

Siempre y que celebramos la eucaristía recordamos el pasado: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, y con una mirada profética hacia el futuro, también, decimos: Hasta que vuelvas. ¡Ven Señor Jesús!

Cada Eucaristía nos hace vivir una cierta tensión entre el pasado y el futuro.

La Eucaristía es nuestro alimento para este futuro que es Dios.

Pidamos al Señor, al acabar este año litúrgico, que nos dé fuerza por ser valientes, abrir nuestra puerta al Señor, y ser santos y ¡cuanto antes!

¡Que Paséis Un Buen Domingo

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Pensamientos De Otoño

Soy el otoño. Pero querría esperarme más.
Querría que mi cabeza, mi corazón y mi espíritu
vieran el caer de las hojas y de los días
como una señal de vida nueva y un tiempo sin tiempo.
Es un signo dramático y nos maravilla porque nos invita, año tras año,
a pesar de las apariencias,
a creer en la vida, a desearla y a amarla.
La vida de ahora y la vida para siempre.
Nada, ni nadie muere inútilmente;
desde que existen las vidas y las muertes
engendran nuevas vidas.

(Del libro de Francesc Malgosa y Riera “Puñado de sol. Puñado de sombra”)