ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR
(25 de marzo) (sólo texto, para imprimir)


Antífona:

Mirad, la Virgen está encinta y dará a luz un hijo y le podrá por nombre Dios-con-nosotros (Is 7,14).

Introducción

La fiesta de la Anunciación es  el anuncio de la encarnación del Señor en las purísimas entrañas de Maria.

Como cada una de las etapas en que Dios se ha dado a conocer a los hombres, también  la Anunciación es, por parte de El, un desbordamiento de generosidad, y de gracia, y, por el lado humano, una sorpresa y una aceptación en la humildad propia de los pobres de espíritu.

La Virgen orando y el ángel son coprotagonistas, pero el personaje principal es sobre todo Dios. Por esto cada hito de la historia de la salvación importa una dimensión de misterio, y de iniciativa divina incomprensible para los hombres.

La solemnidad de hoy manifiesta la sobreabundancia del amor de Dios y la realización del acogimiento humano del designio del Señor.

Jesucristo, Dios y hombre, reúne este doble movimiento de donación, y de aceptación, el único medianero  entre el cielo y la tierra

Vista así, la dimensión mariana del misterio de la encarnación, que la iconografía cristiana nos sugiere, no queda fuera de lugar. Al contrario, Maria, precisamente porque nos es presentada en la pobreza de la virginidad, se encuentra totalmente desprendida de querer condicionar el designio de Dios, o de apropiárselo; y se presenta plenamente apta para dar una respuesta libre y consciente al plan de Dios.

Nos deja perplejos el paralelismo entre las palabras del Cristo «Dios mío, vengo a hacer tu voluntad» y las de la Madre « He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra». No sé si es Cristo preexistente como Dios que une el pensamiento y la acción de la que se ha escogido por Madre, o bien si la unidad de los corazones que proviene de una misma intervención del Espíritu Santo hace que el Hijo de Dios se mire en las actitudes de aquella de quien ha recibido un cuerpo humano.

No hay duda, pero, que esta coincidencia   entre los dos textos del Nuevo Testamento totalmente independientes manifiestan una fe muy arraigada en el sentido que hace falta dar al misterio de la encarnación.

Aplicación  del evangelio a nuestra vida de cristianos

En este día de la Anunciación quisiera poner a Maria como ejemplo de fe para que nosotros la imitemos.

¿Qué es tener fe?

Fe es acoger la palabra escuchada, porque su verdad es garantizada por Dios, que es la misma Verdad. (C.E. C.núm. 144).

Maria hace un acto de fe y cree en las palabras del Ángel Gabriel.


El Ángel propone a Maria ser madre

No tengas miedo Maria porque has hallado gracia delante de Dios y vas a concebir en tu seno y darás a luz un hijo a quien podrás por nombre Jesús
  (Lc 1,29).

Maria pregunta:

¿Cómo será esto pues no conozco varón
(Lc 1,34).

El ángel le explica la manera cómo puede tener un hijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por esto lo que nacerá santo será llamado Hijo de Dios (Lc1,35). Maria por la fe lo acepta y contesta al ángel: He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra (Lc 1,35).

Maria hace un acto de fe en las palabras del Ángel.

Maria cree que su prima tendrá un hijo
Por la fe acepta que su prima Isabel tendrá un hijo pese a su vejez. Humanamente es casi imposible tener un hijo, pero es palabra de Dios y ella por la fe lo acepta

Isabel alaba la fe de Maria

Feliz la que creyó, se cumplirán las cosas que le fueron anunciadas (Lc 1,45).

Estas palabras de Isabel dirigidas a Maria son la gran alabanza de la fe de la Virgen María. Es el reconocimiento que su mayor grandeza radica en la fe.

Maria creyente engendró al Hijo de Dios, da su fe, exenta de todo duda, al mensajero de Dios.

Nuestra fe

Nosotros tenemos muchos más argumentos para creer, pero muchas veces nuestra fe  es floja y la debemos reforzar.

Nosotros los cristianos tenemos que  ser hombres de fe. Aquella que hunde las montañas, llena los valles y allana el camino de la vida.

Nos debemos preparar como Maria, para darnos a las otras personas. Maria, no se queda en su casa. Sabe que su prima espera un hijo, y ella, la madre del Señor, la va a visitar y servir.

¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a verme? (Lc 1,43).

!Qué ejemplo nos da Maria al llevar a Jesús a su prima Isabel!!

Maria lleva a Jesús en su vientre virginal a su prima Isabel. nosotros debemos llevar a Jesús a nuestras familiares y amigos. Quizás me dirás, que no es fácil llevar a Jesús a los amigos y familiares. Es verdad, no es fácil pero hemos’de aprovechar todas las ocasiones por hacerlo con valentía y amabilidad,

Plegaria

Señor aumenta mi fe.

Señor que yo sepa entregarme a las personas.

Señor que siempre esté dispuesto a hacer tu voluntad.

Que paséis un buen día de la Anunciación..