SANTA EULALIA. VIRGEN Y MÁRTIR
El Señor encontró a esta virgen
prudente y la hizo entrar con él a las bodas (De la misa de hoy).
Martirio de santa Eulalia
Existe la celebra pasión de santa Eulalia del siglo VII de dónde saco esta
historia y creo que todo lo que dice quizás no corresponda a su realidad.
Nacimiento
No sabemos dónde exactamente nació
Seguramente cerca de Barcelona donde vivían sus padres. La tradición coloca su
nacimiento en Sarriá, dónde hay una pequeña capilla a ella dedicada.
Eulalia. mártir
Daciano no la escuchó, y la hizo azotar. Ella alababa
al Señor.
El presidente le propuso la apostasía y como que no lo
consiguió mandó que con teyas encendidas le
quemaran los lados. Providencialmente las
llamas no quemaban a las santa sino que se dirigían hacia sus atormentadores.
Mientras aquel cuerpo inocente dejaba la vida aquí en la tierra, una blanca
paloma, símbolo de su inocencia, salía de sus labios e iba hacia el cielo.
Daciano ordenó que el cuerpo de la santa
fuese clavado en una cruz en forma de
espada para que fuera profanado, pero Dios no lo permitió y una intensa nevada
lo cubrió.
Sus padres y los cristianos amigos de ella fueron al lugar de su martirio,
entre ellos san Félix Africano.
Fue enterrada en un sepulcro de piedra
cerca del’Arco de Triunfo y actualmente parece que el sepulcro que se encuentra
en la cripta de la catedral de
Barcelona contiene el cuerpo de santa Eulalia.
Comentario del evangelio
El’evangelio nos habla de diez chicas, cinco
de ellas eran prudentes y cinco desjuiciadas que salieron al encuentro
del esposo..
Nuestra consideración del evangelio será contemplarlo teniendo presente la
fiesta que celebramos. Una joven, Eulalia, que en su juventud no dudó dar su vida por Jesucristo sufriendo la
gloria del martirio
Nos podemos preguntar, sin miedo a equivocarnos, quien era este esposo que nos
habla el evangelio y la respuesta es Jesucristo.
Este Jesús, que nació de una mujer joven que se llamaba Maria y pasó su vida
durante treinta años en su compañía y la de san José y después fue a predicar y
enseñar el camino que lleva al cielo,
murió en una cruz y resucitó enseñando a los hombres y las mujeres que también
nosotros resucitaremos si seguimos el camino que él nos ha marcado.
Jesús resucitado está en el cielo y nos ha preparado un lugar, que santa
Eulalia ya ocupa desde el momento de su martirio y muerte.
La fe.
Esta fe que recibió en el bautismo y ha sido para ella como una lámpara que ha iluminado toda su vida hasta morir en
un martirio y ser virgen y mártir y a la que nosotros hoy veneramos de una
manera especial por ser la patrona de
Barcelona.
Eulalia no dudó al dar su vida por Jesucristo con la gran esperanza que iría al
cielo, y como virgen prudente iría a su encuentro con la lámpara encendida de la
caridad.
Amor a Jesucristo.
Este amor a Jesucristo fue más fuerte
que todo lo que le ofrecía el emperador Daciano para convencerla. Prefirió el martirio a
todas las promesas de Daciano.
Esta joven, como dice la oración de la misa, ha fecundado la semilla de la predicación evangélica en
nuestra tierra y nosotros cristianos somos un fruto de la sangre de su martirio.
La Iglesia en el prefacio de los santos mártires no dice:
Porque la sangre de la gloriosa santa Eulalia para confesar tu nombre,
manifiesta las maravillas de tu poder, pues en su martirio, Señor, ha sacado
fuerza de lo débil. haciendo de la fragilidad tu propio testimonio por Cristo
nuestro Señor.
En el transcurso del año litúrgico la Iglesia nos presenta a personas adultas y
jóvenes, que han amado de verdad a Jesucristo y hoy nos presenta a una chica,
Eulalia, para que la imitemos y sepamos
dar nuestra vida por aquel que sabemos que nos ama, Jesucristo.
Ella, Eulalia, nos da ejemplo y con su intercesión nos
ayuda para que nosotros caminemos por el sendero que ella nos propone y consigamos
con ella la corona inmarcesible de la gloria
Que tengáis un buen día de santa Eulalia.