FESTIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA DE LA MERCED
24 de septiembre
(sólo texto, para imprimir)

Hoy celebramos una fiesta importante especialmente para nosotros, quienes vivimos en Barcelona, también para todos los catalanes  y para todos los cristianos de cualquier parte del mundo la fiesta de la Virgen María de la Merced

La Virgen de la Merced es la patrona de la Archidiócesis de Barcelona y la patrona de la ciudad es santa Eulalia.

Toda nuestra atención tendría que centrarse en María, como Madre de Jesús y también madre nuestra.

Aunque de Virgen María sólo hay una, la que está llena de gloria en el cielo en cuerpo y alma, de hecho, cada pueblo, cada comarca de nuestra tierra la conoce bajo una
advocación diferente: Montserrat, Nuria, Queralt......

Nosotros quienes vivimos en la ciudad
condal la tenemos bajo la invocación de la Virgen de la Merced. Podemos visitar su imagen con el niño Jesús en su regazo que preside el Templo de la Basílica de la Merced .

Esta imagen es del siglo XIV

Maria en Caná de Galilea

Jesús empieza su vida pública en Caná de Galilea, dónde su Madre le pide que haga un milagro y aunque no había llegado su hora, Jesús para complacer a la madre, lo hace, convierte el agua en vino y sus discípulo creyeron en él.

Maria pidiendo, con mucha delicadeza, un milagro, obtiene que los novios tuvieran vino y además que los discípulos creyeran en Jesús (Jn 2, 11).

Hecho histórico

La Virgen María  se aparece a san Ramón de Penyafort, a san Pedro Nolasco y al Rey Jaime I. pidiéndoles que fundaran una orden religiosa y que a los tres votos de: castidad, pobreza y obediencia añadieran el voto de quedarse en lugar de los cristianos que estos estaban en las mazmorras de los moros, si estaban a punto de perder la fe.  Maria concede dos cosas: que los cristianos, no pierdan la fe y su libertad. Ella manifiesta una vez más su solicitud para aquellos cristianos que estaban en las prisiones si la invocaban como Madre protectora.

Maria madre

A Maria le decimos madre, porque sabemos muy bien lo que representa nuestra madre de la tierra en toda nuestra vida.

Sobre todo es la madre que pone ternura a nuestra vida: Es ella principalmente la que educa nuestro corazón. Por esto es difícil de sustituir la madre en otra persona que no nos haya engendrado.

De ella hemos aprendido cosas que no se borran en toda la vida y que serán una luz que iluminará toda nuestra existencia. La madre es un don de Dios.

Recuerdo que, en muchas visitas a enfermos, que estaban a punto de morir, me hablaban de su madre y de los buenos consejos que les daba. La madre siempre es la persona que tiene cuidado de sus hijos, da buenos consejos y les quieren bien.

Nuestra devoción a la Virgen María

Maria es madre de Jesús y al mismo tiempo madre nuestra, como nos enseña la Iglesia. Las palabras de Jesús que dijo al apóstol san Juan :” a quien tienes a tu hijo”, son también dirigidas a todos nosotros.

Si miramos a Maria vemos que ella es la madre del Dios. Dios le dio un  corazón capaz de amar a su Hijo y también nos lo ha dado a nosotros, para que seamos amados con el mismo amor que Ella ama a Jesús

 Somos también hijos de Maria y somos tan amados como Jesús lo fue. Qué privilegio el nuestro! Agradezcámoslo.

Hoy, fiesta de la Virgen María de la Merced es un buen momento pata recordar la importancia que juega Maria en nuestra vida cristiana

El Señor ha querido que en nuestra vida espiritual pudiéramos contar también con una madre que sabe que nuestra fe, a menudo, es débil y titubeante.

La Virgen de la Merced en el siglo XXI

Todos conocemos el origen de esta invocación:: ayuda a los cristianos cautivos en tierras de los moros. Las circunstancias han variado para los hombres y mujeres de nuestro siglo, pero también tienen necesidad de ser liberados: Del egoísmo, del orgullo, de la pereza, del miedo, del hambre, de la incultura, de la droga y de tantas cosas que les impiden  vivir plenamente aquello que son: hijos de Dios, muy amados y hermanos de Jesucristo.

Anécdota

Un día al salir a la calle vi el semáforo que estaba verde y una chica en medio sin moverse y los coches parados. Me acerqué a ella y vi que estaba drogada. Le dije que si quería que le acompañaría a su casa  y ella con mucho genio me contestó que la dejara tranquila y no le inquietara. La forcé a pasar a la acera y le repetí que si quería la acompañaría a su casa  y ella me repitió no que le molestara.

A veces, no puedes ayudar, porque no se dejan. Es verdad que nosotros no lo podemos resolver todo, pero sí que podemos aportar nuestro granito de arena para ir destruyendo el mal que hay en el mundo.

Aprendamos la gran lección que nos da la Virgen María de la Merced :

A tener un  corazón sensible a las necesidades de los demás, como nos ha enseñado Ella misma en el evangelio de hoy. Un corazón esperanzado dónde no quepa  ni la tristeza, ni el rencor porque son cosas que deprimen y sacan las ganas de hacer el  bien.

Sobre todo, un corazón fiel, capaz de entusiasmarse con la buena nueva de Jesús y querer como Él ayudar a las personas que nos rodean, a ser libres, a sentirse más plenamente hijos e hijas de Dios.

Que paséis unos buenos días de la fiesta de la Virgen María de Merced y de la fiesta mayor de Barcelona.