EPIFANÍA DEL SEÑOR
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epifania.jpg (31678 bytes)Epifanía, manifestación del Señor, y día de Reyes, es un día de alegría. Quizá es uno de los días más alegres del año, no solamente para los pequeños, sino también para los mayores.

La pregunta típica de hoy es: ¿Qué te han traído los reyes? ¿Has sido buen niño, o buen joven, o buena persona, para que los reyes te hayan traído muchas cosas? Generalmente la respuesta es que sí, aunque no sea del todo verdad.

Podemos preguntar a Jesús qué le han traído los reyes, y nos contestará que oro, incienso y mirra, que han sido muy buenos al venir al portal de Belén. Pero hay una cosa que no pregunta nadie. ¿Sabéis qué es? ¿Qué les ha aportado a los reyes el ir hasta allí para ver a Jesús? La respuesta puede ser muy sencilla: El gozo de contemplar aquel Niño, ver su sonrisa, y la alegría de María. Esto, aunque no los diga el evangelista, es uno de los gozos de san José.

Veo la sonrisa de un niño cuando abre el balcón y ve los juguetes está contento, y se tira a los brazos de su madre.

Podemos preguntarnos el porqué de esta sonrisa del Niño Jesús, la alegría de María y el gozo de san José, encontramos el porqué en el evangelio del día de hoy: En la adoración de los magos a Jesús.

Roger Van Der Weyden. Adoración de los Reyes.Aquellos reyes magos de tierras lejanas, de Oriente, no sabemos exactamente de dónde, al ver una estrella -que era la manifestación de parte de Dios que había nacido el Rey de los judíos, el Mesías- se pusieron en camino en busca de Jesús. Los magos. guiados por la luz de la estrella emprenden una gran peregrinación para encontrar y adorar el Rey el Mesías. Si se hubieran quedado en casa no hubieran encontrado a Jesús. El viaje fue penoso y con muchas dificultades. Hasta que Herodes, un pecador y rey malvado, les indicó el camino.

Esta es la primera lección que podemos aprender: Buscar Jesús con perseverancia, a pesar de las dificultades que nos podamos encontrar. La vida del cristiano, y de todo ser humano, es vida de cruz, pero también de alegría al encontrar a Jesús.

Continuamos. Al llegar a Belén, encontraron a Jesús y a su madre Maria. Un vez llegados a Belén, reaparece la estrella para indicar el lugar dónde estaba el Niño. Y allí lo ven con María, su madre, y postrándose lo adora, le presentan su homenaje y le ofrecen oro, incienso y mirra.

Los padres de la Iglesia lo explican de una manera mucho más sugerente. Los sabios descubren a Cristo, que es la Sabiduría, y a María, el trono de la Sabiduría. Adoran al Dios hecho hombre, que Maria les presenta, y ofrecen sus dones. Le ofrecen el oro de la realeza, el incienso de la divinidad y la mirra de la redención. Los magos son los primeros en creer de pueblos extranjeros. Son los primeros paganos que ven a Jesús.

Si en el día de Navidad fue adorado por los pastores, que eran judíos, hoy es adorado por los magos, que no eran judíos, y, desde aquel día hasta ahora, miles y miles de judíos y de no judíos, entre ellos nosotros, adoramos aquel Niño nacido de María, que es Dios y hombre.

Querría subrayar la palabra "adorar". Adorar, generalmente, quiere decir, reconocer a una persona como superior. En sentido religioso, es reconocer a Dios como nuestro creador, origen y término de nuestra existencia, y a Jesús, como Señor nuestro, Salvador y Redentor del mundo. Para adorar Jesús hace falta que el Espíritu Santo, el Espíritu de la verdad, ilumine al mismo tiempo, el rostro de Cristo y nuestros ojos, para que podamos reconocer en este Niño nacido de Maria, a nuestro Dios, nuestro amigo, nuestro Salvador y Redentor. Adorar a Jesús es reconocer que Él nos quiere y que también nosotros le queremos: "Amor con amor se paga".

El Bosco. Adoración de los Reyes.Finalmente, los  reyes magos, advertidos en sueños de las malas intenciones de Herodes, se volvieron a su país por otro camino. Como los pastores del evangelio de san Lucas, los magos son los primeros extranjeros que se convierten en mensajeros de lo que han visto y proclaman las maravillas de Dios. Todas las personas que conocen a Jesucristo se convierten en discípulos y apóstoles de su Evangelio.

San León nos dice que los cristianos tenemos que ser la estrella que conduce al portal de Belén. Sed estrellas en la tierra y brillaréis eternamente con luz resplandeciente en el reino del cielo. Los magos siguieron la estrella y llegaron a Belén, allí encontraron a Jesús y a su madre, María. También, muchas personas, si ven nuestra fe, esperanza y caridad con los enfermos y necesitados, encontrarán a Jesús, como los reyes magos.

¡OS DESEO PASÉIS UNA BUENA FIESTA CON LOS REYES MAGOS!