FESTIVIDAD DE LA EPIFANÍA  (IV)
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Bartolomé Carducho (c. 1560-1608). Adoración de los Reyes. Capilla del Alcázar de Segovia. Unas ideas sacadas de la homilía del papa Benedicto XVI pronunciadas en la vigilia de las Jornadas Mundiales de la Juventud, el día 20 agosto 2005,  en Colonia.

Celebramos hoy, la fiesta de tres sabios, que no sabemos sus nombres, pero el pueblo cristiano los nombra los reyes, Melchor, Gaspar y Baltasar.

Entre los personas que han traído alegría al mundo, unos de los principales, son los Reyes Magos que traen alegría a los niños y a los adultos. Celebremos, también nosotros cristianos esta fiesta con alegría en la celebración de la santa Misa.

Los evangelios nos han explicado que habiendo nacido Jesús en Belén, en tiempo del rey Herodes, vinieron unos sabios de Oriente y al llegar a Jerusalén preguntaban: “¿Dónde ha nacido el Rey de los Judíos, que acaba de nacer? (Mt 2,1-2).

No sabemos de donde venían, algunos dicen de  Persia. Parece que vinieron de tierras lejanas.

El motivo era que habían visto una estrella que les indicaba que había nacido el rey de los Judíos.

Fácilmente, podemos imaginarnos los comentarios de quienes se  quedaron en casa, diciendo que eran gente utópica y soñadora, pero en realidad eran gente que tocaban de pies a tierra y pensaban que lo encontrarían en un palacio, por esto se  dirigen al palacio del rey Herodes buscando al Rey de los Judíos.

Quedarían admirados al llegar a Jerusalén y comprobar que el rey Herodes y toda la ciudad no sabían  nada den nacimiento de su Rey.

Hicieron, lo que es  normal, ir a ver a Herodes y preguntarle dónde había nacido el Rey de los Judíos.

Correggio. Adoración de los Reyes. Dios se  sirvió de un  hombre malo, sensual y sanguinario parar indicarles dónde  lo encontrarían. El evangelista dice que el rey Herodes les dijo::” Id e informaos con exactitud de todo lo relacionado con este niño; y cuando lo encontréis, hacédmelo saber, para que yo, también, pueda ir a adorarlo (Mt 2,8).

Dios se sirve de  los hombres, a veces malos, para dar a conocer su voluntad. Herodes les indica que vayan a Belén porque así estaba escrito por el profeta.

Ellos emprendieron el camino a Belén y  vieron, otra vez, la estrella que habían visto en Oriente y  les llenó de alegría.

Esta se  paró sobre la casa donde  estaban Jesús, María Y José (ya no estaban en un establo) y entrando a la casa, vieron al niño a María, su madre, y se  postraron para adorarlo (Mt 2,11).

Su camino había acabado. Habían llegado a la meta, Pero entonces empezaba un nuevo camino interior para ellos, una peregrinación que cambiaría toda su vida y su manera de  pensar. Se habían imaginado un rey muy diferente del que habían encontrado.

Sabían que el mundo estaba desordenado y por esto estaban inquietos, Seguramente habían  oído hablar de  los grande s profetas de Israel, que profetizaban un rey que estaría en armonía con Dios y que en su nombre y de  su parte establecería un orden en el mundo lleno de  paz y felicidad.

Habían emprendido el camino con esta convicción, en realidad, buscaban la justicia y la paz que tenía que venir de  Dios y querían ver a este Rey, y postrarse a sus pies y así, también ellos servirían a la renovación del mundo. Pensaban como los hombres y no como Dios piensa.

Recuerdo que Jesús dice que Pedro es dichoso porque el Padre le ha revelado que Él es el Mesías, el Hijo de  Dios, pero cuando Jesús dice que el Mesías había de  coger la cruz, ser crucificado y morir. Pedro al oírlo, le dice que no sucedan estas cosas pero Jesús le responde  que se aparte, Satanás, porque sus pensamientos no son los de  Dios. También nosotros, muchas veces, pensamos como los hombres.

Los Magos tenían que  cambiar el concepto de rey al ver a Jesús y cambiar ellos mismos. Ahora, habían visto que el poder de  Dios es  diferente del poder de  los grandes del mundo. La manera de obrar de  Dios, es diferente de la que nosotros imaginamos y quisiéramos imponerle al mismo Dios.

 En este mundo, Dios no hace competencia con el poder del mundo y de  sus reyes.. Dios no tiene ejércitos. El poder de  Dios es el amor y amar constituye la manera de obrar de  Dios, instaurando el reino de  Dios, que es un reinado de amor y de  paz.

Los Magos adoran a Jesús y esto tiene un sentido de  reverencia y servicio. Le ofrecen oro, incienso y mirra, dones que ofrecen a Jesús como Dios y como hombre. Con sus dones querían reconocer que aquel niño era su Rey, ponerse a su servicio y ofrecerle también, su propio poder y sus posibilidades, siguiendo el camino del amor y de  la justicia.

Los Magos aprenden que el camino del amor y la justicia no se  puede imponer por leyes humanas. Entienden que ellos mismos  han de  sacrificarse  y darse  cómo hizo Jesús que murió en un cruz. Que su vida ha de  acomodarse a la manera que Dios ejerce su poder. Tienen que convertirse  en hombres de  la verdad, del derecho, del perdón, de  la bondad y de  la misericordia

Saliendo de  Jerusalén tienen que seguir las huellas del verdadero  Rey, en el seguimiento de  Jesús

Aplicación a nuestra vida cristiana

Los Magos son los primeros que siguen la estrella y se  ponen en camino para ir a adorar a Jesús y después de ellos hay una lista, casi infinita, de hombres y mujeres que siguiendo la estrella de  su vocación cristiana en busca de Jesús han encontrado, como los Magos encontraran, al Niño Jesús en los brazos de  María.

Entre ellos sobresalen los santos canonizados, muchos que desconocemos, que en sus actitudes, acciones y vidas se  revela la riqueza del Evangelio, especialmente el mensaje de amor dado por Jesús en la última cena. Son como un gran libro ilustrado de  la riqueza del Evangelio. Son como unos hitos que nos señalan el camino que lleva a Belén y como señales que nos indican la manera práctica de  ser verdaderos cristianos. Encontramos niños, jóvenes y adultos, tanto hombres como mujeres, que han amado de  verdad a Jesucristo y se han sacrificado y dado su vida por amor a los hermanos.

Alberto Durero. Adoración de los Reyes.La verdadera revolución

Los que somos mayores hemos visto verdaderas revoluciones, que todo su programa estaba basado en el poder humano, prescindiendo de  Dios, como el fascismo y el comunismo. Las ideologías solas no salvan al mundo sino van acompañadas de  la mirada del creador, que es garantía de  nuestra libertad, garantía de lo que es realmente bueno para la persona y para la sociedad.

Los Magos encontraron al auténtico Jesús, no como algunas personas que quieren seguirle a su manera, no como nos dice e’l Evangelio y nos enseña nuestra madre la Iglesia, pese  a sus deficiencias.

Jesús es la agua viva que sale de  la fuente de  su corazón

Permitidme antes de acabar una comparación. Jesús es el agua viva que sale de  la fuente y nos lleva a la vida eterna y la Iglesia es el canal por dónde  nos llega esta agua. Este puede  ser más bueno o menos bueno y tener sus escapes, pero gracias a este canal hemos podido lavarnos  la cara esta mañana cuando nos hemos levantado, si lo hemos hecho. Gracias a la Iglesia, con sus defectos, conocemos a Jesús para adorarle y amarle y hoy podemos asistir a esta Eucaristía participando, haciendo una buena comunión. Gracias Iglesia.

El Papa Juan Pablo II nos ha mostrado el verdadero rostro de  la Iglesia en el gran número de  santos que ha beatificado y canonizado: Maximiliano Kolbe, Edith Stein, la Madre Teresa Calcuta, el padre Pio, etc. También ha pedido perdón por el mal que ha través de  la historia han cometido de  palabra o de obra las personas de  la Iglesia Católica.

Que los Reyes nos lleven a Belén para adorar a Jesús y ofrecerle el presente de  nuestro amor y amistad.

Que paséis un buen día de  la Epifanía.