DIFUNTO (S)
(Jn 11,17-34) (sols text, per imprimir)

Hermanos y hermanas: Nos hemos reunido en este templo de ..................... para rezar por nuestro hermano / na, ................. que nos ha dejado y estamos celebrando esta eucaristía en memoria de él, ella.

¿Por qué rezamos por los difuntos?
Porque tenemos fe. Escribe san Pablo: La fe es la seguridad de las cosas que se esperan y la convicción de las que no se ven (He 11,3).

Porque creemos en la vida eterna. Hemos venido al mundo para estar una temporada, más larga o más corta, y esperamos disfrutar eternamente de la presencia del Señor. Para siempre estaremos con el Señor (1Ts 4,17).

Porque amábamos a nuestra hermano / na, difunto/ a, y para dar el pésame a su familia

Comentario a la palabra de Dios
La palabra de Dios, que acabamos de escuchar, nos puede ayudar en estos momentos de tristeza y dolor.

El evangelio, que hemos leído, nos ha hablado de la muerte de un amigo de Jesús, Lázaro, y que Jesús fue a Betania para dar el pésame a sus hermanas, Marta y María y al mismo tiempo para consolarlas. Jesús tenía amigos y amigas como nosotros tenemos.

Cuando Jesús llegó a Betania, Lázaro hacía cuatro días que estaba enterrado. Marta al ver a Jesús le dice: Señor, si hubierais estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero aún ahora  sé que todo lo que pidas a Dios, Dios  te lo concederá.

Jesús le dice: Tu hermano resucitará

Marta le responde: Ya sé que resucitará en la resurrección del último día.

Jesús le dice: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque  haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree  en mí, no morirá para siempre. ¿ Crees esto?

Ella le respondió: Sí Señor. Yo creo que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir  al mundo (Jn 11,17-27).

Entonces, Jesús conmovido preguntó dónde le habían puesto

Cuando llegaron al lugar dónde estaba, le enseñaron una cueva cerrada por un losa. El cadáver ya olía.

Jesús mandó sacar la losa y gritó con toda la fuerza: Lázaro sal afuera (Jn 11,43).

El amigo de Jesús que hacía cuatro días que estaba sepultado, volvió a la vida. Pensad en la alegría de Lázaro, de sus hermanas y de la gente que había al ver  a Lázaro resucitado.

Es admirable la actitud de Jesús delante de la muerte de su amigo Lázaro . Primero consuela a sus hermanas, Marta y María, les da el pésame por  la muerte de hermano, llora, todo un Dios que llora por su amigo, delante de su sepultura y finalmente, haciendo uso de su divinidad lo resucita, pidiendo que le desaten de las vendas de amortajar, el pañuelo que llevaba en la cara y dice que le dejen andar.

Aplicación de la palabra de Dios .
Nos podemos preguntar: ¿por qué rezamos y ofrecemos el sacrificio en sufragio de nuestro hermano/ na, .................?

Porque tenemos puesta nuestra esperanza en el Señor
Somos cristianos y nuestra esperanza es  el Señor. San Pablo escribía a los tesalonicenses.  En orden a los difuntos, no queremos, hermanos, dejaros en ignorancia, porque no os entristezcáis del modo que suelen los demás hombres que no tienen esperanza en la vida eterna, porque si creemos que Jesús murió y resucitó, también debemos creer que Dios resucitará y llevará con Jesús a la gloria los que hayan muerto en la fe y amor de Jesús (1 Ts,13,14).

Porque creemos en la resurrección de los muertos.
Jesús nos ha dicho en el evangelio: Yo soy la resurrección y la vida. Quien cree en mí, aunque haya muerto  vivirá, y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá  para siempre (Jn 11, 25-26).

San Pablo escribe a los filipenses. Nosotros, en cambio, tenemos nuestra ciudadanía en el cielo y esperamos al Salvador Jesucristo, el Señor (Fil 3,20).

Jesús murió en una cruz para nuestra salvación y esperamos disfrutar de la vida eterna en su compañía

Porque nuestro hermano / na puede necesitar de nuestras oraciones
El hombre es bueno, pero está inclinado al mal y muchas veces en su vida  peca y necesita ser purificado para ver a Dios. Esta purificación la obtiene en el purgatorio. Nosotros le podemos ayudar con nuestras plegarias, especialmente en la santa misa.

Felices los limpio de corazón, ellos verán a Dios. (Mt 5,8)).

La Iglesia nos aconseja la misa por los nuestro difuntos.
San Cebrian, en el siglo tercero, dice que celebraban el sacrificio de la misa por los difuntos, el día de su muerte
El Concilio Tridentíno dice que podemos ayudar a nuestros difuntos principalmente por el sacrificio de l altar (Trid, ses,22,c 2.3)

Plegaria de santa Mónica

Santa Mónica dice a su hijo Agustín: Poned mi cuerpo dónde queráis, que no os preocupe nada, solamente os pido que os acordéis de mí delante del altar, allí dónde os encontréis (Confesiones 9,11).

(Se puede hacer un pequeño comentario de su vida cristiana, familiar. social etc.).

Que nuestra plegaria sea aceptada por el Señor y nos conceda muchos años de vida para rezar por nuestro difunto / a ..............................