YA NO SOY
JOVEN, LA VIDA ...
Recuerdo que leí un artículo del padre Agustín Altisent, monje de Poblet, que me hizo
pensar.
Decía:”Ya no soy joven, paso de los ochenta años, y a veces estoy triste y
nervioso porque noto que cada día pierdo más la vista, el oído, las piernas
me fallan, la memoria la pierdo y muchas cosas no las recuerdo, la voluntad
todavía la retengo y toda mi salud se va debilitando."
Pensaba que todo esto era mío. El padre Altisent también decía:
”Los monjes nos levantamos muy pronto para rezar, y en la lectura, de hoy del
libro de las Horas se leyeron estas palabras de san Pablo a los cristianos de
Corinto: ¿Qué tienes tú que no lo hayáis recibido de Dios? Y si todo lo
que tienes lo has recibido de Él ¿de qué te jactas, como si no lo hubieras
recibido?” (1Cor 4,7b)
“Estas palabras de san Pablo me
hicieron reflexionar y pensar que, en realidad, todo lo había recibido de
Dios y que un día mi vida en la tierra se acabaría. Pero me consolaba el
pensar que después encontraría al Señor Jesucristo, a quien amo de verdad y
por Él he dejado muchas cosas del mundo para seguirle con fidelidad y amor. “
San Pablo escribe: Continuamente doy gracias a Dios por vosotros por la
gracia de Dios que se os ha dado en Jesucristo, porque en Él habéis sido
enriquecidos con toda suerte de bienes
espirituales, con todo lo que pertenece a los dones de la palabra y de la ciencia. (1Cor 1,4)