ANIVERSARIO
DE LAS BODAS DE UN MATRIMONIO CRISTIANO
Recuerdo
que un día estando en el despacho,
al entrar un amigo cristiano y muy alegre le dije: que mala cara que haces. Él
me contestó que era el aniversario de su casamiento y que tenía costumbre de
ir a comprar un ramo de flores y al llegar a casa dar un beso a su esposa y
darle el ramo y por la tarde ir juntos a misa. Ella preparaba una buena comida.
Aquel día, al llegar a casa, él se puso a la mesa como de costumbre y ella al
ver que no le decía nada, se puso nerviosa y le dijo: ya no te
recuerdas... Él se levantó y también se puso nervioso y se armó la de
san Quintín.
No
sé si la comida les hizo provecho y si fueron a misa y a confesar. Fue una nube
que pasó y pronto volvió a salir el sol. El esposo debe complacer a
su esposa y esta a su esposo. Si hay buena voluntad, diálogo y saber
perdonar todas las cosas se arreglan en paz y armonía. Jesús dijo: Por esto
el hombre deja al padre y a la madre para unirse a su mujer, y los dos forman
una sola carne. Por lo tanto ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha
unido, que el hombre no lo separe.
La felicidad del matrimonio consiste en amarse de verdad.