DESPEDIDA DE MN. JOAN DE LA PARROQUIA
DEL ESPÍRITU SANTO
Muchas veces os he dicho “amados feligreses”, hoy os digo “muy queridos
amigos”, porque habéis venido a esta misa para despedirme. Muchas gracias.
No es una despedida, ya que alguna vez vendré a esta Parroquia tan amada
por mí.
Vine a esta Parroquia del Espíritu
Santo el día de Reyes del año 1976. Mn. Andreu Puigdueta
era el Rector y tomé posesión como Rector el día de Pentecostés.
Siento mucho dejar esta Parroquia, dónde he estado muy bien. Os he amado y
me habéis querido.
El motivo de marchar es que ahora me aceptan y si me pongo enfermo no me
aceptarían.
Agradezco a Mn. Miquel Venque el trato y
deferencia que ha tenido conmigo y a las personas que me han ayudado en mi
misión sacerdotal.
Recuerdo que en mi presentación de párroco os conté esta anécdota del cura de
Arcs. La primera vez que fue a su parroquia se perdió y un chico le enseñó el
camino. Él le dijo: “Tú me has enseñado el camino para ir a Ars, yo te
enseñaré el camino para ir al cielo.”
Os he presentado a Jesucristo, que es el Maestro y nosotros somos los
discípulos y sus amigos. “A vosotros os digo amigos, porque os he hecho
saber todo aquello que he oído de mi Padre” (Ln 15,14).
Una prueba del amor de Dios es que ha muerto por nosotros en una cruz, ha
resucitado y ha subido al cielo, dónde nos espera con Maria, a quien hemos de
amar como nuestra madre.
Si a alguna persona he ofendido o molestado que me perdone como nos enseña
Jesús en el Padrenuestro: Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden (Mt 6,12).
Que el Espíritu Santo que hemos
recibido en el Bautismo haga que nuestra vida sea cada día más cristiana y
pongamos en práctica el mandamiento que nos ha dado Jesucristo: Amaos los
unos a los otros como Yo os he amado (Jn 15,12).
Mn. Joan Serra
Barcelona, 24 de febrero 2008
Ahora hace treinta años que Mn. Joan nos enredó. Un día nos reunió a un
grupo de feligreses, cuando a penas nos conocíamos, y nos pidió ideas para
potenciar las actividades de la Parroquia.
Como que veníamos de hacer un encuentro Matrimonial y a nosotros siempre
nos ha seducido la idea del matrimonio, se me ocurrió decirle: “¿Porque no hace
algo para el matrimonio?” Y me contestó: “Me gusta mucho la idea. Pensadlo como
se podría montar algo de cara a los matrimonios.” O sea que primero pidió
ideas, pero después nos metió en la gestión. Total, que poco después nacía el
Equipo de Matrimonios.
Empezamos con mucho empujón y el equipo tuvo mucha aceptación, participó y
colaboró en muchas actividades de la Parroquia y potenció una comunidad
parroquial realmente activa. Todo esto con la decidida colaboración de Mn. Joan,
que desde el primer día aceptó ser nuestro consiliario y nos apoyó con todo y
por todo.
El Equipo de Matrimonios se convirtió en un puntal en lo referente a la
Parroquia.
Con Mn. Joan hemos vivido horas muy buenas. Él asistía a todas las reuniones del
Consellet. Todo y el trabajo que hacíamos, siempre nos lo pasábamos muy bien
porque había muy buen ambiente. Con él nos hemos entendido siempre. Claro que
también hemos tenido alguna desavenencia, como en cualquier familia, pero lo
hemos podido resolver con un buen diálogo
Por lo tanto, podemos resumir diciendo que ha habido colaboración mutua, buena
relación y que, a lo largo de estos treinta años, esta buena relación se ha
convertido en una buena amistad.
Con Mn. Joan hemos vivido hechos notables. El Equipo colaboró, en 1979, en la
creación de la Mini-residencia del Arciprestazgo de la Sagrada Familia.
También organizó la primera cena de Navidad que se celebra en la Parroquia.
En 1980 participó en el Simposio sobre el aborto.
El 1981 trabajamos en equipo en la Asamblea Diocesana,
en el tema “La Parroquia y las Pequeñas Comunidades”.
Personas del Equipo formaron el Grupo de Teatro, en 1988, y unos enamorados
del canto, la Coral, L’Esperit Cantaire, en 1991.
Todo esto y otras muchas cosas, empujados por el espíritu creativo de Mn.
Joan.
Tal y como usted se cuida de recordarnos cada principio de curso, nos hemos
hecho mayores. Sí, nos hemos hecho mayores.
Mn. Joan. hoy usted ha tenido que tomar una decisión que, estamos seguros,
no la ha tomado por gusto. Pero es lo más sensato que podía hacer.
Nunca le podremos agradecer todo lo
que ha hecho por esta Parroquia y el afecto que nos ha tenido a todos.
Aquí deja gente que no lo olvidará nunca, pero no sufra, pues no dejaremos
de vernos. La amistad continuará para siempre.
Hasta la vista, amigo.
Barcelona, 24 de febrero 2008
PARA Mn. JOAN SERRA
Hoy, Mn. Joan, mis palabras no serán escritas en forma de poema. Hoy, la
poesía, en este caso magnífica, la sentimos todos en nuestro corazón. Pienso
sinceramente que está tejida con los hilos de aprecio y de agradecimiento a su
persona, nuestro señor párroco, que durante más de treinta años ha estado al
frente de esta Comunidad del Espíritu Santo.
Querría hacerme el portavoz de lo que sienten todos y cada uno de estos amigos,
feligreses, hermanos entrañables que hemos compartido con usted tantas horas de
nuestra vida. La unión que ha habido entre nosotros ha sido de auténtica
familia. Le amamos Mn. Joan.
mismos, con los mismos sentimientos y amistad. Sólo que estaremos un poco más
lejos, con unas cuántas travesías entremedio. No hay nada que pueda parar o
despedir nuestra amistad.
También quiero decirle gracias, Mn. Joan, por su dedicación, por su
generosidad, porque ha sido un párroco que ha acogido siempre a todo el mundo y
que ha hecho de esta Comunidad del
Espíritu Santo una comunidad viva en el más amplio sentido de la palabra.
Nuestra Parroquia ha sido siempre nuestra casa.
Dios lo escogió para cultivar la Viña, y sin duda, le ha hecho instrumento de
muchas obras buenas. Su Sacerdocio en el
Señor ha dado los frutos del Evangelio.
Con un fuerte abrazo.
María Bonafont
Barcelona, 24 febrero de 2008