DEJO EL SEMINARIO

Recuerdo que un día hablando con un ex-seminarista, que había estudiado todo el latín y la filosofía cuando tenía que empezar los estudios teológicos, propiamente eclesiásticos, dejó el seminario. Yo le pregunté el por qué había salido del seminario y no quería continuar para llegar a ser sacerdote y él con toda franqueza me contestó: Porque me gustaban las mujeres. Le agradecí su franqueza y confianza y le contesté que a todos nos gustan las mujeres y que el sacerdote ha tenido muchas ocasiones para  poderse casar. El celibato del sacerdote en la Iglesia Romana es muy discutido y algunos querrían que fuera libre como lo es en la Iglesia Oriental. El celibato de los sacerdotes solamente se puede entender con un espíritu sobrenatural y que se hace y se conserva por  amor a Jesucristo. Esta es la razón principal para no casarse y darse totalmente a Jesucristo. Casarse o no casarse. Jesús dice: Hay quien renuncia a casarse por causa del Reino de Dios (Mt 19,12). San Pablo dice: Quien no se casa puede ocuparse de las cosas del Señor y complacerle.