EL MUNDO LO HEMOS ENCONTRADO MAL Y LO DEJAREMOS PEOR

Recuerdo que un día yendo en el l tren encontré a  un sacerdote de unos sesenta años y al oírme que  hablaba muy ilusionado y me parecía que cambiaría a todo  el mundo me dijo estas palabras que siempre he recordado: El mundo lo hemos encontrado mal y lo dejaremos peor. Yo hacía poco que había recibido la ordenación sacerdotal y pensé que aquel sacerdote era muy pesimista.

Ahora que tengo una edad avanzada, por no decir viejo, pienso que quizás tenía algo de razón.

He visto en mi vida  muchas cosas. Nací en tiempos de la Monarquía, viví los tiempos agitados de la República, pasé la guerra civil, estuve refugiado en Zaragoza, pasé los cuarenta años de  Franco y ahora vivo en tiempo de la democracia. ¿Qué vendrá después?

En el tiempo en que vivimos hay que reconocer que muchas cosas han mejorado. La facilidad para viajar, la medicina ha mejorado mucho, la televisión, en la que puedes ver lo que pasa muy lejos, el poder hablar y ver a una persona que está a mucha distancia, el gran descubrimiento del internet y otras que se podrían enumerar.

Humanamente muchas son las personas, que ahora que estamos en el mundo, vivimos mejor que hace cincuenta, o sesenta años.

¿Y la moral? Yo diría que ha bajado. Los valores de la familia son atacados continuamente. Los abortos aumentan, como también los divorcios, y los descubrimientos de la ciencia, muchas veces son para el mal y no para el bien.

¿Dónde llegará el hombre en los nuevos descubrimientos de la medicina?

¿Y la religión? Se puede asegurar que la práctica religiosa ha bajado.

La asistencia a la santa Misa ha disminuido, algunos cristianos no bautizan a sus hijos, los matrimonios hechos por la Iglesia han bajado, como también las primeras comuniones, los seminaristas son pocos y los sacerdotes, muchos pasan de los setenta años..

Ahora, no veo aquel odio contra la Iglesia que había antes de la guerra civil, pero sí una indiferencia muy grande. La gente pasa de todo, y también pasa de la religión. A una persona que pasa de todo es muy difícil que escuche.

El hombre naturalmente es religioso. pero ¿cómo lo manifiesta?

Jesús ha muerto para todos. El prefacio de la Exaltación de la Santa Cruz dice: Porque en la pasión salvadora de tu  Hijo el universo aprende a proclamar tu grandeza, y, por la fuerza de la cruz  el mundo es juzgado como reo y el Crucificado exaltado como juez poderoso.