UNA JOVEN ESCUCHA A LA VIRGEN DE FÁTIMA
EL padre Miquel estaba en la capilla de confesiones para confesar y yo afuera
rezando. Vi que una chica entraba a confesarse y pensé que el padre Miquel la
confesaría, puesto que él estaba en el confesionario y no había nadie esperando.
Él la confesó y ella vio que tenía el móvil en el confesionario.
Cuando acabó de confesarse el padre
Miquel salió del confesionario dejando el móvil allí y a ella cumpliendo la penitencia.
Cuando volvió el móvil había desaparecido, ella lo había robado y ya había
salido.
El padre Miquel me lo explicó y al atardecer al ir al rosario internacional en
la capilla, el lugar dónde se apareció la Virgen María a los pastores, rogué
por aquella chica.
La Virgen escuchó mi plegaria y le inspiró que hiciera lo que hizo, devolver el
móvil.
La Virgen María, desde el cielo, escucha siempre a sus hijos como buena madre,
más que la madre de la tierra.
Virgen María de Fátima rogad por nosotros y haced que nunca nos desviemos del
camino que lleva al cielo.
Fátima 12, mayo 2006.