¿V. NO TIENE ESPOSA?

Recuerdo que en una pequeña reunión de matrimonios dónde la conversación era animada y la esposa  se giraba para hablar con su marido y el marido con la esposa para contestar a una encuesta sobre el derecho de la mujer, y sobre como las mujeres podrían participar más en la vida pública.
Entró una niña de unos nueve años y dirigiéndose a mi me preguntó: ¿V. no tiene esposa? Yo la miré y fácilmente vi su inocencia al hacerme aquella pregunta.

Yo le expliqué que antes de ser sacerdote y recibir las primeras órdenes delante del Obispo prometí que no me casaría por servir mejor a Jesucristo y a su Iglesia, y esto es el celibato sacerdotal.

La niña, que era muy inteligente, comprendió al instante el porqué no tenía esposa.

Jesucristo hablando del matrimonio dice: Hay quienes renuncian a casarse por causa del reino del cielo (Mt 19,12).

Si damos una mirada a nuestra Iglesia vemos que muchos hombres y mujeres han renunciado a casarse por causa del reino de los cielos.

Demos gracias a Dios.