BEATIFICACIÓ DE 498
MÀRTIRS DEL SEGLE XX A ESPANYA
Recordo haver llegit que el dia 28
d’octubre del 2007 seran beatificats quatre cents noranta-vuit màrtirs
d’Espanya.
Els martiri és el signe més autèntic
de l’Església de Jesucrist. Una Església formada per homes i dones pecadors que
saben donar testimoni d’una fe vigorosa i d’un amor incondicional a Jesucrist
per damunt de la pròpia vida.
Els màrtirs són persones de tots els
ambients, persones adultes, joves, solters, casats, papes, bisbes, sacerdots, i
laic que no dubtaren donar la seva vida per amor a Jesucrist.
Em van explicar que en una botiga es comentava que havien
agafat el seu rector en la revolució de l’any 1936 i que es comentava que el
matarien. Una dona va dir que era una bona persona i una altra li va respondre
que era capellà.
Precisament perquè
era capellà el volien matar. Aquieta era la raó per matar-lo, ser capellà.
Recordo que en la
meva infantesa el rector de Gandesa mossèn Domingo Mauri, es va refugiar a casa
dels meus avis i els del comitè de Gandesa li va preparar un viatge a Tortosa per anar a casa d’uns parents i van avisar al comitè de Xerta que passaria
i que el matessin.
El cotxe es va
espatllar i varen passar moltes hores per arreglar-lo i els del comitè es van
cansar d’esperar i marxaren. Quan ells van passar ja no hi eren.
Quan el xofer va
arribar a Gandesa va dir que l’havia deixat a casa dels parents, l’anaren a
buscar i el van assassinar. Per a mi és un vertader màrtir de Jesucrist.
Jesús reviu el seu
martiri en els deixebles i per a ells la mort és un guany (Fl 1, 29).
L’Assemblea plenària de la Conferència Episcopal Espanyola de Madrid d’abril de 2007 invita a participar en un pelegrinatge a Roma amb motiu de la beatificació de quatre cents noranta-vuit màrtirs a Espanya i també dels diferents actes que s’organitzin.
BEATIFICACIÓN
DE 498 MÁRTIRES DEL SIGLO XX EN ESPAÑA
Los mártires son personas de todos los ambientes, personas adultas, jóvenes,
solteros, casados, papas, obispos, sacerdotes, y laicos que no dudaron dar su
vida por amor a Jesucristo.
Me explicaron que en una tienda se comentaba que habían cogido a su párroco en
la revolución del año 1936 y que se decía que lo matarían. Una mujer dijo
que era una buena persona y otra le respondió que era cura.
Precisamente porque era cura lo querían matar. Esta era la razón para matarlo,
ser cura.
Recuerdo que en mi niñez el párroco de Gandesa el padre Domingo Mauri, se refugió en casa de mis abuelos. Los
del comité de Gandesa le prepararon un
viaje a Tortosa para ir a casa de unos parientes pero avisaron al comité de
Cherta que pasaría y lo mataran.
El coche se estropeó y pasaron muchas horas para arreglarlo,
los del comité se cansaron de esperar y marcharon. Cuando ellos pasaron
ya no estaban.
Cuando el chofer llegó a Gandesa dijo que lo había dejado en casa de los
parientes, fueron a buscarlo y lo asesinaron. Para mí es un verdadero mártir
de Jesucristo.
Jesús revive su martirio en los discípulos y para ellos la muerte es una
ganancia (Fl
1, 29).
La Asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española de Madrid de abril de
2007 invita a participar en un peregrinaje a
Roma con motivo de la beatificación de cuatro cientos
noventa y ocho mártires en España y también a los diferentes actos que se
organicen.
SIN
FE NO PODRÍAMOS VIVIR
Sin fe no podríamos vivir.
Cuando una persona nos habla y dice una cosa que nosotros no sabemos aceptamos
su palabra, porque ella es una persona en la cual se puede creer en lo que dice
sin pedirle que nos lo demuestre. Esto se puede decir que es la fe humana.
Cuando una madre dice que ha pensado mucho en su hijo, que estaba de viaje, la
creemos porque es una persona que no nos engaña,
Cuando un amigo nos explica su viaje y comenta las personas, monumentos y cosas
que ha visto también lo creemos.
Cuando subes en un autobús crees
que el conductor tiene permiso y
sabe conducir.
Muchos ejemplos podríamos poner para demostrar que sin fe humana no podríamos
vivir ni ir por el mundo.
Los hombres mediante la razón pueden llegar a un conocimiento de Dios porque
por la grandeza y belleza de las criaturas, venimos a contemplar, por comparación,
su amor (Sb 13,5), pero su conocimiento es limitado y es ayudado por la revelación
y especialmente por Jesucristo que nos da un conocimiento más perfecto de Dios
inefable e incomprensible en su totalidad por la criatura
Esperamos poder resucitar y contemplar a Dios y comprender mejor su gran
misericordia hacia nosotros y su grandeza.