SANTA EULALIA, VIRGEN Y MÁRTIR

INTRODUCCIÓN

Celebramos hoy la fiesta de santa Eulalia, copatrona de nuestra ciudad de Barcelona. Primero, haremos un comentario sobre el evangelio y después sobre la festividad del día de hoy.

Comentario del Evangelio

Jesús, al pronunciar la parábola que ahora hemos escuchado, se inspiró en una sencilla fiesta de unas bodas. En Galilea, en un pueblo pequeño, una boda era una gran fiesta. Todo el pueblo participaba, porque la mayoría de los habitantes eran parientes y amigos del novio, o de la novia. Había música, cantos, las chicas guapas se ataviaban para hacer la corte de honor a la novia, las calles estaban adornadas con guirnaldas y también las casas.

La parábola nos describe unas bodas en tiempo de Jesús. El novio iba a la casa de la novia, donde ésta lo esperaba con sus amigas, cuando llegaba el novio, salían a recibirlo. Al ponerse el sol, les acompañaban con gran algazara hasta la casa del novio con lámparas encendidas con aceite.

Explicación de la parábola

Jesús lo que desea explicar es que, el reino de Dios empieza aquí en la tierra y acabará en el cielo. Lo compara a unas bodas, donde reina la alegría, el gozo y la felicidad.

Se engañan aquellos que presentan triste y opresor el mensaje de Jesús. Jesús lo compara a unas bodas, en las que reina la alegría y la felicidad.

Jesús nos dice en la parábola: Cinco de ellas eran necias y cinco sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite, mientras que las sensatas llevaron aceite en las alcuzas, junto con las lámparas. Como el esposo tardaba, les entró sueño y se durmieron. A medianoche se oyó un grito: "Ya está ahí el esposo, salid a su encuentro" (Mt 25,2-5).

Hemos de estar siempre preparados

En esta parábola Jesús nos quiere decir que hemos de estar siempre preparados porque no sabemos la hora que llegará el esposo.

Un día, preguntaron a san Luis Gonzaga qué haría si supiera que en aquel momento iba a morir. Contestó que seguiría jugando, porque esa era la voluntad de Dios. Siempre estaba preparado. Otros dijeron que irían a confesarse, o a la capilla. El repitió que seguiría jugando. El cristiano siempre ha de estar preparado para recibir al Señor.

Tener el aceite a punto

Hemos escuchado la parábola de las vírgenes sensatas que tenían aceite en las alcuzas, actualizando la comparación, podemos decir que es como el conductor que tiene que hacer un largo viaje, revisa su coche, llena el depósito de gasolina para no quedarse a medio camino.

Lo que sostiene y da luz a la lámpara es el aceite. Lo que sostiene y da vida al cristiano es el aceite del amor.

La vocación cristiana es vocación al amor.

Algunos ejemplos de amor:

El amor de los hijos de Dios

Es fundamental. Otros amores han de crecer y desarrollarse como prolongación y expresión de este amor. Soy hijo de Dios y quiero amarle con todo el corazón, con todo el ser.

Escribe san Pablo: Habéis recibido un Espíritu que os hace hijos adoptivos y os permite clamar "Abba", es decir, "Padre" (Rm 8,15).

El amor apostólico

Es capaz de proclamar la fe y de atraer a los demás, llevando una vida que es un signo transparente.

Jesús dijo: -Id por todo el mundo y proclamad la buena noticia a toda criatura (Mc 16,15).

El amor eucarístico

Jesús, en la Eucaristía, nos da fuerza para que la lámpara del amor no se apague. Jesús dijo: -Yo soy el pan de vida (Jn 6,35).

El amor misericordioso

Jesús, al final de nuestra vida, nos juzgará sobre el amor: las obras de misericordia, que describe el evangelio: Entonces responderán los justos: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos; o sediento y te dimo de beber?" Y el rey les responderá: "Os aseguro que cuando lo hicisteis con una de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis (Mt 25,37-40).

VIGILANCIA

Jesús nos advierte que tenemos que vigilar. Vigilar quiere decir estar despierto, no adormilados, porque no sabemos ni el día ni la hora en que tendremos que presentarnos ante Dios. ¡Cuántas personas han muerto de una manera repentina, sea por accidente o de muerte natural!

A medianoche se oyó un grito: "Ya está ahí el esposo, salid a su encuentro" Todas las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas. Las necias dijeron a las sensatas. "Dadnos de vuestros aceite, que nuestras lámparas se apagan". Las sensatas respondieron: "Como no vamos a tener bastante para nosotras y vosotras, será mejor que vayáis a los vendedores y lo compréis". Mientras iban a comprarlo, vino el esposo, las que estaban preparadas entraron con él a la boda y se cerró la puerta (Mt 25 6-10).

Muchas personas viven como sí el novio no hubiera de llegar nunca y piensan: "Comamos y bebamos y pasémoslo bien, vivamos despreocupados", sin pensar que a la hora menos pensada se presentarán en la presencia de Dios y nadie les podrá ayudar, porque la salvación es algo personal. Nadie les podrá prestar el aceite para entrar en el reino de los cielos con las lámparas encendidas.

Cuando todo nos sale bien, tenemos el peligro de vivir despreocupados.

Hoy Jesús nos recuerda que nuestra vida es frágil y que siempre hemos de estar a punto para cuando venga el esposo, puesto que, si no lo estamos, la puerta se cerrará.

Somos peregrinos y vamos hacia la casa del Padre, estamos de camino hacia la vida eterna y para llegar tenemos que llevar las lámparas encendidas. Para llevarlas encendidas necesitamos la gracia de Dios y nuestro esfuerzo, para cumplir los dos grandes mandatos de amar con todo el corazón a Dios y a nuestros hermanos, como Cristo nos ha enseñado.

Nuestra oración personal, y también si rezamos con nuestra pareja y en familia, nos ayudará, junto con la Eucaristía, a continuar por este camino y entrar a gozar en el cielo.

Para terminar os quiero contar lo que hacía un matrimonio antes de irse a dormir. Decían: "Nos cogemos de la mano y rezamos un padrenuestro, muy despacio, meditando las palabras que Cristo nos enseñó y después nos damos ‘las buenas noches’, así acabamos el día que el Señor nos ha dado.

Tres afirmaciones fundamentales encontramos en las palabras de Jesús:

Señor, ayudadme a tener siempre mi lámpara encendida, y que, mientras vivo en la tierra, haga provisiones abundantes de buenas obras y, sobre todo, de amor, que es el aceite que alimenta la lámpara de mi vida, para que así pueda ser luz que ilumine el camino que conduce a Dios, para mí y para mis hermanos.

Santa Eulalia

Santa Eulalia, ya que es la copatrona de Barcelona, es una santa muy venerada en nuestra ciudad condal. Si vais, hoy, a la catedral, veréis largas colas de personas devotas que van a venerar a la Santa.

El nombre de Eulalia procede del griego, la partícula eu, significa: 'bien, bueno, elocuente, convincente' y el verbo lalio, 'habla', por lo tanto Eulalia significa la bien hablada.

De su martirio sabemos que fue durante la persecución de los cristianos, en tiempos de los emperadores Diocleciano y Maximiano, el año 304. El más antiguo historiador de la santa es el poeta Prudencio, en su Perisfanon, himno III, deja clara constancia de las características de su martirio. Su cuerpo fue horriblemente flagelado y, después de sufrir el tormento del fuego, expiró. Fue enterrado en la iglesia de santa María de las Arenas, destruida después por un incendio.

Los libros de la liturgia mozárabe o visigoda, recogen su fiesta.

Tras la dominación musulmana su fama y santidad resurgió, y su devoción se extendió por el sur de Francia. El obispo de Narbona se desplazó a Barcelona para conseguir una reliquia de la santa, con el deseo de poder construir un templo a su honor y gloria. Era el año 878. El obispo de Barcelona, Frodoy, acababa de descubrir su sepulcro y dio una reliquia al obispo de Narbona, Sigebodo, para que pudiera construir la deseada iglesia.

EL SEPULCRO QUE SE ENCUENTRA EN LA CATEDRAL

Debajo del altar mayor de la catedral de Barcelona, en una cripta, hay un majestuoso sarcófago de alabastro, obra del artista de Pisa, donde son veneradas las reliquias de esta santa.

Esta santa, virgen y mártir, tiene un culto constante en Barcelona desde tiempo inmemorial.

Es cotitular de la catedral de Barcelona. Parece que su martirio tuvo lugar el día de hoy.

En la liturgia de las vísperas de su fiesta, la Iglesia canta: Del tronco de nuestra Iglesia ha salido un rebrote, Eulalia, hermosa por su santidad desde el bautismo, más excelsa todavía por la sangre de su martirio.

Que paséis buen día de la fiesta de santa Eulalia