DIOS
SIEMPRE NOS ESCUCHA
Recuerdo
que una señora muy cristiana, que había educado cristianamente a sus hijos y
nunca iban a la Iglesia y no eran creyentes pedía a Dios que sus hijos fueran
cristianos de verdad y me decía que Dios no le escuchaba.
Le puse el ejemplo de santa Escolástica, hermana de
san Benito.
Nos
explica san Gregorio, papa , que santa Escolástica iba a visitar a su hermano
una vez al año y su hermano, acompañado de otros monjes, le iba a visitar en
una casa cerca del monasterio.
Tres
días antes de morir santa Escolástica, Benito y los monjes que le acompañaban
le fueron a visitar y hablaron mucho rato de Dios, se hizo tarde y Benito le dijo
que tenía que marchar porque era tarde. Ella le pidió que se quedara y
él respondió que de ninguna manera se podía quedar
Ella, la cabeza sobre la mesa, pidió a Dios que su
hermano se quedara y Dios le concedió lo que
pedía. Entonces el cielo se puso nublado y hubo una gran tormenta
con truenos y rayos de tal manera que su hermano y los monjes no podían salir
de casa. Benito le regañó y le dijo por qué había pedido a Dios que se
quedara y ella le respondió: Tú no me has escuchado y Dios sí.
Cuando pedimos una cosa y Dios no nos la concede
tenemos la impresión de que Dios no nos
escucha.
Que Dios nos conceda lo que le pedimos depende de
muchas circunstancias en que nosotros no vemos y El sí.
A veces pedimos cosas que no nos
convienen para nuestra vida, otras veces pedimos para las personas que conocemos, cosas
buenas pero que no 'dependen directamente de Dios.
Hay
un adagio que dice: "Ya puede silbar el
amo, si el asno no quiere beber".
Dios siempre respeta la libertad de las personas, y si una persona no quiere creer o no quiere cambiar de vida Dios respetará su libertad.