AHORA YA SE PUEDE CASAR

Recuerdo que un día estando en la sacristía y hablando con un señor que me tenía mucha confianza y yo también con él, me dijo: Mn. Joan, ahora que ya está jubilado ya se puede casar y me indicó la persona que podría ser. Yo me puse a reir y le contesté que era sacerdote, que había hecho el voto de celibato y que quería morir ejerciendo mi ministerio sacerdotal. Él me contestó que el celibato era un precepto de la Iglesia y que el primer papa era casado.

Yo le dije que era verdad, que el celibato existe para el sacerdote de la Iglesia Romana como ley eclesiástica desde el siglo cuarto y que la Iglesia ortodoxa admite el sacerdote casado, aunque para ser obispo se requiere ser célibe. Que san Pedro  fuera casado es verdad porque tenía suegra. ¿Podría ser viudo? Cuando una persona elige voluntariamente el sacerdocio se compromete a guardar su voto para toda la vida, aunque prácticamente la Iglesia lo puede dispensar y entonces se puede casar, sin la facultad de ejercer su ministerio. Algunos dicen que los casados por la Iglesia no se pueden volver a casar y que los sacerdotes lo pueden hacer. ¿Por qué? Quien pone una ley la puede sacar. La indisolubilidad matrimonial viene del mismo Jesucristo. Lo que Dios ha unido que el hombre no lo separe (Mt 19,6). El celibato sacerdotal es una ley de la Iglesia. Solamente se puede comprender el celibato sacerdotal si se hace únicamente por amor a Jesucristo. Jesús dijo: Hay quienes renuncian a casarse por causa del Reino del cielo. Quien lo pueda comprender que lo comprenda (Mt 19,12).