CADA DÍA DUDO MÁS DE LA VIDA ETERNA

Recuerdo que un día hablando con un señor que ya pasaba de los ochenta años me decía que ya estaba en la primera trinchera y cada día dudaba más de la vida eterna.

Reconozco que soy un buen cristiano, mis padres pusieron buenas raíces cristianas y me enseñaron, cuando era muy pequeño, a rezar el Creo en Dios Padre, que acaba diciendo: Creo en la vida eterna.

Me parece imposible que yo tan pequeño y miserable pueda vivir eternamente viendo a Dios tal y como es. Ya sé que es una tentación, pero no me la puedo sacar de la cabeza.

Mi respuesta es que lo creemos porque Jesucristo lo dice muy claramente y la fe que tenemos se fundamenta en la persona adorable de Jesucristo, que no nos puede engañar puesto que Él es el camino, la verdad y la vida (Jn 6,14).

Nuestra vida es un peregrinaje hacia el cielo, necesitamos alimentarnos y nuestro alimento es la Eucaristía. Jesús dijo en la sinagoga de Cafarnaúm, explicando la multiplicación de los panes y de los peces :Quienes comen de este pan vivirán para siempre  (Jn  6,58).

En la resurrección de Lázaro Jesús dijo: Yo soy la resurrección y la vida quien crea en mí, aunque muera no morirá para siempre (Jn 11,25-26).

Jesús hablando de la casa del Padre dice : En la casa de mi Padre hay muchas moradas (Jn 14,2).

Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios
(Mt 5,8).

Al acabar la conversación le puse una comparación,

Si entras en una biblioteca y contemplas aquella multitud de libros y preguntas por sus autores la respuesta es que la mayoría de ellos han muerto,

Ahora te hago esta pregunta.

¿Quien vale más el libro o el autor?

Él me contestó el autor, puesto que sin el autor el libro no existiría.

El libro dura unos años, el autor Dios lo ha creado para vivir siempre eternamente.

Demos gracias a Dios y a nuestros padres porque nos han dado la vida por vivir eternamente.