VIVIR Y SENTIR LA FE

Recuerdo que un día, hablando con un vecino de un pueblo muy pequeño, me decía que por su pueblo habían pasado muchos párrocos, que todos eran buenos curas y que habían trabajado muy apostólicamente. Pero el párroco que él recordaba más por la forma de decir la misa era un sacerdote especialista  en liturgia.

Aquel sacerdote cumplía todas las rúbricas, la decía con mucho fervor y te hacía sentir y vivir la misa intensamente.

Hay teólogos que saben mucho de la Biblia y de Jesucristo, saben exponerlo muy bien; lo hacen de una manera que se ve que tienen fe, pero no la viven.

Siempre me he acordado de una viejecita que tenía muy poca cultura pero tenía mucha fe y cuando hablaba de Jesucristo lo hacía con un entusiasmo y convencimiento que convencía.

San Pablo  predicaba y convencía porque tenia mucha fe y amor a Jesucristo.

Podía decir: Ya no vivo yo sino que es Cristo que vive en mi.

Aprendamos la lección.