VIVIR Y SENTIR LA FE
Recuerdo que un día, hablando con un vecino de un pueblo muy pequeño, me decía
que por su pueblo habían pasado muchos párrocos, que todos eran buenos curas y
que habían trabajado muy apostólicamente. Pero el párroco que él recordaba más
por la forma de decir la misa era un sacerdote especialista en liturgia.
Aquel sacerdote cumplía todas las rúbricas, la decía con mucho fervor y te
hacía sentir y vivir la misa intensamente.
Hay teólogos que saben mucho de la Biblia y de Jesucristo, saben exponerlo muy
bien; lo hacen de una manera que se ve que tienen fe, pero no la viven.
Siempre me he acordado de una viejecita que tenía muy
poca cultura pero tenía mucha fe y cuando hablaba de Jesucristo lo hacía con un
entusiasmo y convencimiento que convencía.
Podía decir: Ya no vivo yo sino que
es Cristo que vive en mi.
Aprendamos la lección.